El especialista diagnostica y trata aquellas enfermedades que afectan al tracto digestivo (esófago, estómago, intestino delgado, colon, recto y ano), y órganos glandulares asociados (hígado, vías biliares y páncreas).

También se encarga de la repercusión de patología digestiva sobre el resto del organismo, así como la derivada del resto de enfermedades sobre el sistema digestivo. Entre otros: pólipos, úlceras, gastritis, acidez, parásitos, estreñimiento, diarrea, vómito, náusea y dolor abdominal.