La Cirugía Micrográfica de Mohs es el tratamiento más avanzado, preciso y eficaz para varios tipos de cáncer de piel, especialmente en indicaciones no habituales. Esta técnica se aplica en la Unidad de Cirugía de Mohs de los servicios de Dermatología de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla, cuyo responsable es el doctor Tomás Toledo. El doctor Tomás Toledo (1)Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoEl doctor Tomás Toledo (1)

Mediante la técnica de Mohs se puede identificar y eliminar con precisión un tumor completo, dejando el tejido sano circundante intacto, con lo que es muy importante en cánceres que aparecen en sitios sensibles como la nariz, los labios, alrededor de los ojos o en otras localizaciones delicadas.

Así, en esta cirugía, se extirpan segmentos individuales de tejido canceroso, el patólogo los examina uno por uno con el microscopio hasta que se comprueba que el tumor ha sido extirpado por completo, quedando lo que se llaman los ‘bordes libres’. De esta forma, el paciente sale del quirófano con la certeza de que el tumor se ha resecado por completo, preservando la mayor cantidad de piel sana posible.

La cirugía micrográfica de Mohs está indicada fundamentalmente para el carcinoma escamoso y el carcinoma basocelular, siendo este el tumor maligno más frecuente diagnosticado en personas de nuestro entorno, que no tiene predilección por sexo y que se relaciona con la exposición al sol.

No obstante, también se ha realizado este tipo de intervención en el caso de carcinomas escamosos recidivantes, así como extirpaciones completas de sarcomas cutáneos --sarcomas pleomórficos y dermatofibrosarcomas protuberans--.En estos tumores se realiza una modificación concreta de la técnica, conocida como Slow-Mohs.

También es especialmente útil en un tipo particular de melanoma, el léntigo maligno o léntigo maligno melanoma, que tiende a aparecer en la cara.

Es la técnica con más porcentaje de éxito de todos los tratamientos para extirpación del cáncer de piel, dado que la tasa de curación oscila entre el 98-99%, especialmente en carcinomas basocelulares infiltrativos y en sarcomas cutáneos.