En el ámbito de la salud, el objetivo es aplicar procesos de coaching a los pacientes para facilitar que el paciente (o familiar del mismo) se convierta en responsable de sus propios cuidados y se comprometa en el cambio y mantenimiento de hábitos saludables, desde un acercamiento global que integre las diferentes áreas de la persona (física, emocional, mental y espiritual). Este enfoque facilita el tránsito de paciente-pasivo a paciente-activo y optimiza la capacidad de mejora del paciente, situación que le hace sentirse menos enfermo. Porque no es lo mismo tener una enfermedad que ser y sentirse enfermo. Esta metodología se aplica tanto a nivel preventivo (estilos de vida más saludables), como en patología crónicas (ej., diabetes, dolor crónico). En ningún caso con patología médica se postula el proceso de coaching con independencia del médico, ni tampoco de otros especialistas de salud implicados en la evolución del cliente (psicoterapeutas, fisioterapeutas, farmacéuticos, etc.), es una herramienta complementaria a estos tratamientos. Los ámbitos de aplicación del coaching en salud son los siguientes:

  • Implementación y mantenimiento de hábitos saludables. Mejoras en el estilo de vida (tabaco, dieta, ejercicio físico)
  • Equilibrio de las diferentes áreas personales: física, emocional, mental y espiritual
  • Afrontamiento de una enfermedad
  • Adaptación al tratamiento
  • Alcanzar motivación, disciplina y responsabilidad. Tránsito de paciente-pasivo a paciente-activo