apoyo paciente oncologíaapoyo paciente oncologíaEl Hospital Quirónsalud Málaga, consciente de la falta de información y de apoyo que sienten muchos pacientes al recibir la dura noticia del diagnóstico de un cáncer, ha incorporado a su servicio de Psicología la Unidad de Psicooncología, con la finalidad de disminuir el sufrimiento emocional generado por la enfermedad oncológica, así como apoyar al paciente en su proceso de crecimiento personal, el cual subyace del afrontamiento de la enfermedad, además de dotarle de estrategias psicológicas para gestionar las dificultades que puedan aparecer y favorecer la percepción de control sobre su enfermedad. Queremos acompañar a nuestros pacientes durante los diferentes momentos de su enfermedad, mejorando su afrontamiento al cáncer, facilitando su paso por los tratamientos, aumentando su sensación de bienestar y de gestión eficaz de sus emociones y, en consecuencia, mejorando su calidad de vida.

Para ello, la unidad ofrece un servicio personalizado que cubra las necesidades del paciente durante el ingreso, en sus tratamientos de hospital de día o de manera ambulatoria en consulta externa, sin dejar de lado la asistencia a los profesionales de la salud, con el objetivo de contar con un cuidado integral y efectivo. Que todo el equipo muestre el apoyo emocional necesario, consiguiendo que el paciente no se sienta juzgado ni marginado, sino atendido y ayudado para poder afrontar sus temores, deseos y necesidades.

Apoyo emocional en todas las etapas

Durante el proceso, que puede durar meses o años, la realidad obliga a cambiar la vida, las necesidades y las prioridades. Al duro impacto que sufren en su vida diaria, se suma la incertidumbre que está presente en todas las etapas, desde el diagnóstico, pasando por el tratamiento, hasta la recuperación y el temor a una posible recaída y en algunos casos, atención al duelo a los familiares.

El momento de recibir el diagnóstico es tremendamente duro, es algo que el paciente no se espera y que transforma la vida de uno y de sus familiares de golpe. Después, su calidad de vida puede verse afectada por los efectos secundarios de los tratamientos, el cansancio, las alteraciones de la imagen corporal, los vómitos, las disfunciones sexuales etc. En este momento, la intervención del especialista radica en potenciar las estrategias de afrontamiento para facilitar la adaptación tanto del paciente como de la familia; gestión y acompañamiento emocional con el que sienta que no está solo, y que tiene el apoyo para luchar lo que sea necesario.

Sin embargo, ahí no acaba el proceso, ya que los controles frecuentes tras la recuperación y la amenaza de volver a presentar la enfermedad puede provocar miedo y cansancio de no ver el final a la enfermedad. La intervención del psicooncólogo se centra en dotar de herramientas al paciente y a la familia para manejar adecuadamente este miedo manteniéndolo en niveles tolerables y adaptativos.

Después de haber pasado por la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía, las incertidumbres, las esperas o el miedo, según la especialista, la persona que ha sobrevivido al cáncer ya no es la misma; pero no tiene por qué ser peor. Muchos aspectos internos y externos pueden haber cambiado y retomar las rutinas cotidianas tras superar un cáncer puede resultar algo más difícil de lo que se pensaba, ya que han cambiado las prioridades y la manera en la que se enfrenta al día a día. Todos estos cambios puede que le hagan sentir desprotegido y vulnerable. Aparecen entonces nuevos retos como volver al trabajo o enfrentarse a la pérdida de este, vivir con algunas secuelas físicas, regresar a tener una vida social activa, a cambios en las relaciones familiares, etc. Todas estas situaciones requieren de un esfuerzo por adaptarse y reengancharse de nuevo a las rutinas del día a día, ya que es frecuente sentirse como en una montaña rusa de emociones constantes.

En ocasiones, estos cambios también pueden ser a mejor. Cambian las prioridades, los valores, la importancia del autocuidado, la percepción de los detalles que antes podían pasar desapercibidos; haciendo que valoremos más lo que tenemos. Es lo importante del proceso, además de haber recuperado la salud y vitalidad, y a lo que aspiramos en la unidad de psicooncología.