El contacto piel con piel consiste en colocar al recién nacido en el momento del nacimiento sobre la piel de su madre. Para ello no se seca al bebé, solo se le tapa con toalla y se le coloca un gorro. El objetivo es separarlo en ningún momento de la madre y junto a ella se realizarán todos los controles.

Este procedimiento se realiza siempre, aunque, si la madre no está en condiciones físicas o vitales, por ejemplo en las cesáreas, el contacto piel con piel lo hace la pareja u otro familiar. Es vital para el bebé y necesario a nivel emocional para los padres. Servir de incubadora para calentar a tu hijo es maravilloso.

Este procedimiento se lleva a cabo durante mínimo dos horas y hasta que los padres deseen.

Beneficios

  • Se ha demostrado científicamente que mejora notablemente las constantes vitales del bebé. El recién nacido pierde menos temperatura, su frecuencia cardíaca se normaliza antes al seguir escuchando el latido de tu corazón y el nivel de azúcar se regula.
  • Está más tranquilo y seguro.
  • Favorece la lactancia materna y el buen agarre.
  • Favorece su desarrollo neurológico, psicológico y sobretodo emocional, ya que se crea un vínculo irrompible.