Esta área selecciona cuidadosamente a los pacientes candidatos al uso de lentes de contacto. Posteriormente se procede a la realización de pruebas de adaptación y tolerancia hasta poder garantizar una excelente visión y confortabilidad.

Así mismo, la unidad de baja visión trata a aquellos pacientes que tienen muy limitada su agudeza visual, mediante dispositivos de ayuda. Ciertas enfermedades, como la retinopatía diabética avanzada, la degeneración macular senil severa o el glaucoma evolucionado se pueden beneficiar de estas ayudas.