Los tumores hematológicos son neoplasias curables en muchos casos o bien sensibles al tratamiento en una gran mayoría. Es importante el diagnóstico temprano y el conocimiento de los factores pronósticos para administrar la mejor terapéutica desde el punto de vista de la individualización. En algunos casos el objetivo no es la curación completa sino el control de la enfermedad a largo plazo. Es de suma importancia el diagnóstico anatomo-patológico de las piezas biopsiadas y de los estudios citológicos para caracterizar la enfermedad. Por ello prestamos especial atención a este proceso.

Las principales patologías neoplásicas que tratamos: mielomas, leucemias, linfomas, síndromes mielodisplásicos, mieloproliferativos y linfoproliferativos.