¿Por qué se debe revisar la próstata una vez al año?

¿Por qué se debe revisar la próstata una vez al año?

14 de septiembre de 2017

Cada año se diagnostican en España 19.000 nuevos casos de cáncer de próstata y más de 80 por cada 100.000 habitantes, datos que lo convierten en uno de los tumores más prevalentes en nuestro país. El 71% de los pacientes tiene más de 65 años y un 14,6% menos de 60. Además, solo un 4% se diagnostica con la enfermedad diseminada y el 96% restante la tiene todavía clínicamente localizada, frente al escaso 65% de comienzos de los años 90, cuando no se disponía del marcador sanguíneo PSA. El doctor Javier Cambronero, jefe de Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud San José subraya, además, que las muertes por cáncer de próstata se producen en varones menores de 55 años solo en el 2% de los casos y la mayoría de los fallecimientos, un 70%, ocurre en mayores de 75 años. "De ahí, la importancia vital de efectuar un diagnóstico precoz", destaca este especialista con motivo del Día Mundial de la Salud Prostática, que se celebra este viernes, 15 de septiembre.

Como afirma el doctor Cambronero, en general se recomienda revisar la próstata por el urólogo anualmente desde los 50 años, si bien es aconsejable antes, en caso de presentar síntomas urinarios o de tener un familiar de primer grado con cáncer prostático (40 años).

Además, la revisión es útil para detectar datos de hipertrofia benigna prostática, es decir, el agrandamiento de la glándula que se produce por la edad y que está muy ligado al síndrome metabólico (hipertensión, dislipemia, obesidad, diabetes) donde es más frecuente. "Se trata de detectar síntomas de llenado y vaciado vesical que se puedan tratar farmacológicamente para mejorar la calidad de vida y de ver si hay datos de sufrimiento de la vejiga o vía urinaria superior que requieran un tratamiento quirúrgico", explica.

¿En qué consiste la revisión?

"La revisión consistirá en una evaluación de síntomas por la entrevista o por medio de algún cuestionario que se rellena, un tacto rectal con el que apreciamos el tamaño prostático y si hay nódulos sospechosos de patología maligna, una analítica de sangre con la que se valora el PSA (marcador tumoral de la próstata), junto a la función renal, y una ecografía en ocasiones para medir el tamaño de la próstata y evaluar el tracto urinario superior", abunda el doctor Cambronero. Con arreglo a los resultados se puede requerir algún otro tipo de estudio adicional.

Javier Cambronero

En los pacientes con sospecha de cáncer prostático será necesario, asimismo, efectuar una biopsia prostática. En los que tienen síntomas urinarios habrá que ver su origen e intensidad para recomendar un fármaco o una cirugía cuando se precise.

"Se debe tener presente que la ausencia de síntomas no excluye que exista un problema grave de fácil solución cuando se detecta en épocas tempranas", advierte el urólogo.


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