Dermatóloga recomienda mantener cuidados de la piel adaptados al invierno para evitar deshidratación y sequedad

Dermatóloga recomienda mantener cuidados de la piel adaptados al invierno para evitar deshidratación y sequedad

22 de enero de 2020
Hospital Quirónsalud Córdoba
Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología

El descenso de la temperatura y el efecto del viento pueden provocar en nuestra piel cambios que pueden resentirla, causando sequedad y deshidratación y en algunos casos, malestar, picor, tirantez e incluso agravamiento de dermatosis preexistentes como la dermatitis atópica, seborreica, rosácea y psoriasis, por lo que resulta imprescindible mantener cuidados regulares y adaptados a esta época del año, según ha indicado Carmen Alcántara, dermatóloga del Hospital Quirónsalud Córdoba.

La doctora Alcántara ha explicado que con el frío, la secreción grasa de nuestra piel disminuye y esto aumenta su pérdida de agua, por lo que "es importante hidratarla cada día con emolientes adecuados, que se adapten no sólo a cada tipo de piel, sino a cada zona del cuerpo, con el fin de reparar su manto hidrolipídico".

En este sentido, ha destacado que se debe prestar atención a dos de las zonas que resultan más perjudicadas en invierno, los labios y las manos. Es importante el uso de guantes, evitar lavar excesivamente las manos, y si por motivos laborales es preciso hacerlo, aplicar cremas barrera tras cada lavado. Por otro lado, sería adecuado nutrir varias veces al día nuestros labios con bálsamos para evitar sequedad y grietas.

La especialista ha señalado que es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura, ya que aumentan el riesgo de rojeces sobre todo en las mejillas, que pueden llegar a hacerse permanentes cuando aparecen capilares dilatados o arañas vasculares. Por tanto, "hay que ser muy prudentes con la calefacción y el agua de la ducha tampoco debería ser ni muy caliente ni muy fría", ha indicado. Carmen Alcántara 1Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoCarmen Alcántara 1

Aunque en invierno la intensidad de la radiación solar es menor, ha resaltado que no debemos bajar la guardia en cuanto a la fotoprotección, pues es bien conocido que el efecto del sol en la piel produce un daño acumulativo. Además, superficies como la nieve, al actuar como un espejo, reflejan la luz incluso más que la arena y el agua, en concreto un 80% la nieve, frente a un 10% el agua y un 25% la arena.

Por último, ante cualquier duda o síntoma que no ceda sólo con hidratación, es recomendable la valoración por parte de un dermatólogo, que puede ayudar en la elección de los activos y tratamientos más adecuados en función de cada tipo de piel y paciente.

Actualidad

Actualidad

Actualidad Quirónsalud: al día contigo