La seguridad de la cirugía no se improvisa

La seguridad de la cirugía no se improvisa

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21 de abril de 2021
Hospital Quirónsalud Barcelona

La Dra. María José Colomina, anestesista de nuestra Unidad de Columna del Hospital Quirónsalud Barcelona - Barcelona Spine Institute resuelve tus dudas sobre el procedimiento quirúrgico en cirugías de columna


Las cirugías de columna pueden ser largas y complejas. Algunas especialmente "como cruzar el Atlántico" en avión. Una vez despegamos no podemos aterrizar antes de acabar el vuelo, así es que hemos de asegurar que todo vaya bien durante la travesía. Una de las funciones del anestesista es precisamente ésa, asegurar que vaya todo bien en todo momento. Nuestro principal compromiso es con la seguridad antes, durante, y después de la operación.

Es también un trabajo en equipo. Primero, con el paciente. Hay que conocerlo. No es lo mismo una cirugía cervical que la corrección de una escoliosis. Tampoco es igual atender a una persona de edad avanzada que una cirugía en edad pediátrica.


Luego, el trabajo en equipo con el cirujano y, cuando es preciso, con el neurofisiólogo también. Este equipo necesita de mucha complicidad, confianza y respeto. El paciente se beneficia de todo ello y muy particularmente, de la experiencia y la especialización de sus miembros.


Con el Dr. Ferran Pellisé llevamos más de 25 años realizando cirugías de columna. Nuestro objetivo, siempre, es "cruzar el Atlántico" con seguridad. Ofrecemos a los pacientes la tranquilidad de miles de horas de vuelo, con capacidad de prever y atender cualquier complicación. Y de hacer una correcta lectura de lo que pasa en cada momento.


El trabajo del anestesista empieza cuando un paciente es propuesto para una cirugía, a veces con semanas de antelación. Una intervención de columna obliga a considerar aspectos como la pérdida de sangre quirúrgica, los riesgos de lesiones neurológicas, una correcta función cardiovascular o posibles daños oculares. También, planificar la mejor estrategia para el control del dolor postoperatorio.


Llegamos al quirófano en las mejoras condiciones


Actualmente disponemos de estrategias para llegar al quirófano en las mejores condiciones. Los pacientes mayores, por ejemplo, que cada vez se someten con mayor frecuencia a operaciones de columna, presentan mayores riesgos de sangrado. Suelen medicarse debido a otras patologías, por lo que hay que tomar en consideración sus tratamientos para evitar posibles hemorragias durante la operación.


Por otra parte, se evalúa con minuciosidad el estado cardiológico. Al tratarse de intervenciones de larga duración, de entre 5 y 7 horas, el corazón se ve sometido a un estrés considerable. Es como correr una maratón sin entreno y, hay que estar preparado.


Las niñas y las mujeres en edad fértil también requieren una atención especial. Se les administra hierro con antelación a la cirugía y en el quirófano se utilizan técnicas como el cell saver, que permite recuperar y tratar la propia sangre para realizar auto transfusiones, con eficacia y seguridad.


En cirugías de complejidad en las que podría haber riesgo neurológico, incorporamos la neuromonitorización en el quirófano, un seguimiento del comportamiento y función de la médula espinal: órgano vital que hay que proteger. En consecuencia, adecuamos también la técnica anestésica con los medicamentos indicados. Nuestro objetivo es prevenir cualquier tipo de lesión que pudiera no ser recuperable.


En el quirófano, ya con el paciente dormido con anestesia general, a veces destinamos hasta una hora a prepararlo y colocarlo en la posición quirúrgica adecuada, sobre todo cuando ésta es en decúbito prono (tendido boca abajo y con la cabeza de lado). Aplicamos medias de compresión neumática intermitente para un correcto funcionamiento de la circulación en las extremidades. Y también, entre otras medidas, protegemos la zona ocular para que no quede presionada y pueda provocar complicaciones postoperatorias en la vista, que se pueden prever.


El despertar se realiza con el paciente en el quirófano, y con todo el instrumental a disposición. Entre otros aspectos, comprobamos el funcionamiento neurológico, la temperatura corporal y la analgesia. Los pacientes no pueden despertar con dolor.


Confirmado el buen estado del paciente, damos la cirugía por acabada. Aterrizamos con seguridad.

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