Garantiza la correcta planificación, aplicación e investigación, de las técnicas utilizadas por la física de las radiaciones en el ámbito de la medicina, el control de calidad del equipamiento empleado y la protección radiológica de los pacientes y público en general. Desempeña un papel destacado en la terapia del cáncer y en el diagnóstico de múltiples patologías, incorporando cada vez tecnologías más complejas.