La exenteración pélvica total consiste en la exéresis quirúrgica radical del colon distal, el recto, la vejiga y la próstata-vesículas seminales en el hombre y el útero-ovarios-vagina en la mujer.

El objetivo de la exenteración pélvica es obtener una resección completa de un tumor pélvico localmente avanzado o una recidiva local de un tumor pélvico que infiltra órganos vecinos, en ausencia de enfermedad neoplásica a distancia. Está indicada, sobre todo, en el cáncer cérvico-uterino (que acumula la mayor experiencia publicada), el cáncer de la vagina y neoplasias del recto. Menos frecuentemente son las neoplasias de vejiga urinaria o de próstata.

Es la única alternativa terapéutica posible en este tipo de tumores localmente avanzados, considerados irresecables con la técnica convencional y que condena a estos pacientes a una calidad de vida marcada por el intenso dolor pélvico, el sangrado, la infección local, la fistulización a órganos vecinos y, finalmente, la muerte. La mejor selección de los pacientes, la incorporación de numerosas modificaciones técnicas a la técnica original, ,el avance en el manejo postoperatorio, la incorporación de nuevos esquemas de quimio y radioterapia neoadyuvante y, sobre todo, la concentración de casos y superespecialización de los cirujanos en este tipo de cirugía ha permitido lograr una drástica reducción de la mortalidad operatoria y mejorar la supervivencia a largo plazo en un grupo seleccionado de pacientes, considerados incurables en la evaluación inicial. De este modo, se alcanzan cifras de supervivencia a los 5 años entre el 36% y el 74% para tumores primarios pélvicos y alrededor del 20% para recidivas pélvicas, siempre y cuando se consiga un control local completo de la enfermedad, lo que se denomina una cirugía R0.