Especialistas del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa señalan que una motivación excepcional o la empatía del facultativo son piezas claves para la mejora de los pacientes con problemas funcionales digestivos, dado que el aspecto psicológico es fundamental a la hora de la aparición de estos trastornos, severidad y refractariedad de los síntomas.

El doctor Manuel Medina CruzImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoEl doctor Manuel Medina Cruz

Así, el doctor Manuel Medina Cruz subraya que "es verdaderamente importante el abordaje multidisciplinar o integral de estos pacientes". "La primera valoración debe ser por el especialista en neurogastroenterología, quien decidirá la idoneidad de complementar el tratamiento con apoyo nutricional y psicológico personalizado, con participación proactiva del paciente en su propio bienestar", explica el doctor.

Y es que este tipo de trastornos se diagnostican de forma positiva en base a criterios clínicos, con multitud de pruebas complementarias para descartar enfermedades orgánicas, lo que lleva consigo "una carga emocional muy intensa, una merma considerable en su calidad de vida, e incluso que se sientan verdaderamente incomprendidos en ocasiones", indica el especialista.

Al menos un tercio de las consultas están relacionadas con este tipo de trastornos, generalmente en mujeres jóvenes. Existen dos modelos en cuanto a la participación del aparato emocional del cerebro. Por un lado, parece que alteraciones a nivel de la membrana intestinal y microbiota, hacen que pasen sustancias bacterianas al torrente sanguíneo capaces de producir cambios en el estado de ánimo en las personas, es decir, una microinflamación intestinal es lo que predispone a tener mayor componente ansioso-depresivo en algunas personas.

De otro lado, alteraciones mentales en cuanto a aprendizaje cognitivo de determinadas situaciones, producen activación del eje hormonal del estrés, siendo esta cascada de hormonas la que produce microinflamación intestinal, esto es, que aquellas personas más ansiosas o sometidas a mayor carga emocional, tienen más tendencia a tener trastornos funcionales digestivos, como por ejemplo el colon irritable.

En este sentido, el doctor Manuel Medina Cruz apunta que el uso de fármacos neuromoduladores en este tipo de pacientes, como antidepresivos o ansiolíticos, pueden ayudar a modificar la producción hormonal que regula, aparte del estado de ánimo, la función digestiva.

No obstante, para mejorar los síntomas de estos pacientes y la mala respuesta a tratamientos, recomienda acudir a facultativos especializados para que opten por el tratamiento que mejor se adecúe a cada paciente, además de una dieta mediterránea, salvo intolerancias alimentarias diagnosticadas; evitar alimentos ultraprocesados, no excluir alimentos siguiendo modas, buena higiene del sueño y uso saludable de los dispositivos móviles y tabletas, realizar ejercicio físico diario adaptado a edad y condición física, así como gestionar el estrés del trabajo de forma saludable.

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