Alimentación

Alimentación saludable

En la etapa comprendida entre los 3 y 5 años el crecimiento del niño se estabiliza, siendo la velocidad de crecimiento más lenta que en la fase anterior, por ello cambian también sus necesidades nutricionales.

En esta etapa tu hijo requiere de una combinación de alimentos que le aporten los nutrientes que permitan un adecuado crecimiento y desarrollo.

Un factor que influye en la cantidad de alimentos que necesita es su actividad física. Los niños más activos necesitarán consumir una mayor cantidad de alimentos que les brinden energía.

Es una época clave para establecer buenos hábitos de alimentación. Debe predominar la variedad de alimentos ofrecidos más que la cantidad, porque su estómago aún es pequeñito y están todavía estableciendo sus preferencias en cuanto a sabores.

En esta fase se consolidan los hábitos de alimentación que posiblemente se mantengan a lo largo de la vida. Por lo que debe prestar mucha atención al ejemplo que ofrece la familia. Aquí también hay que considerar los factores como la cultura y tradiciones, que deben verse reflejados tanto en la calidad y tipo de alimentos, así como en su forma y variedad de preparación.

Características de una dieta saludable


Una buena alimentación se basa en aportar los nutrientes necesarios y en las cantidades adecuadas, prestando atención a las normas de higiene tanto al preparar como al manipular los alimentos para que estos no solo sean suficientes sino también seguros para el niño.

En esta etapa es recomendable que el niño coma de 4 a 6 veces al día. Estas se pueden distribuir como 3 comidas principales (desayuno, almuerzo o comida principal y cena) y 2-3 meriendas (media mañana, media tarde y antes de acostarse a dormir).

Debes procurar que el niño haga todas las comidas principales. Es necesario que adecúes los horarios habituales de toda la familia a esta rutina y si el niño realizara su desayuno en el colegio, procura que haga una pequeña ingesta de alimento después de levantarse.

Es recomendable que enseñes a tu hijo a tomar agua de forma regular a lo largo del día.


Desayuno

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, por lo que nunca debe dejarse de hacer y debe ser completa y variada.

Un lácteo suele ser la base: leche, yogur o queso.

Debes incluir la energía del pan o los cereales: Una pequeña tostada o rebanada puede enriquecerse con un chorro de aceite, una rodaja de tomate, un poco de jamón...

Además, se puede completar con un poco de fruta o zumo natural.

Algún día puede haber otros alimentos: huevos, churros, bizcocho…

Conviene que toda la familia desayune al mismo tiempo siempre que sea posible, ya que el ejemplo es esencial.


Comida

La comida debe ser más abundante que incluya varios tipos de alimentos. Es importante combinar cereales o vegetales, proteínas y grasas. Un ejemplo puede ser combinar una porción de carne o pescado, una de alimentos como cereales (arroz) o tubérculos (patata) y una ensalada cruda o de vegetales cocidos. Los guisos tradicionales son así: potajes, lentejas, menestras…

Debe realizarse en la mesa familiar o en el comedor escolar. Con platos pequeños, ya que su estómago también lo es.

El mejor postre es la fruta.


Merienda

Meriendas ricas y sanas pero pequeñitas.

Lo ideal es realizar dos meriendas, una a media mañana y otra a media tarde. Estas pueden incluir lácteos como el yogurt o el queso, frutas o un bocadillo pero pequeño, con queso, embutido, atún, etc, un vasito de leche o un yogur o una fruta.

Cena

Debe incluir alimentos con preparaciones fáciles que puedan ser digeridos de forma rápida. Puede ser un menú similar a la comida, una sopa o cremas de verduras, o una ensalada que incluya huevos cocidos, porciones de pollo o atún

Pescado o huevo si se tomó carne a mediodía. Un poco de verdura como guarnición.

Si apetece, otra ración de leche y… ¡a la cama!


Recomendaciones generales


Esta etapa es fundamental para el desarrollo de buenos hábitos de alimentación en el niño, que tendrán gran impacto en su salud futura, por lo que es importante:

  • Cuidar el entorno donde come la familia.
  • Crear y mantener rutinas, en especial procura comer juntos en la mesa y a las mismas horas.
  • A partir de los 4 años los niños deben cumplir las normas básicas de buenos modales en la mesa como usar los cubiertos de forma adecuada, limpiarse usando servilleta, masticar con la boca cerrada y no hablar mientras mastica los alimentos.
  • Evitar distracciones a la hora de comer, como ver la televisión o usar dispositivos electrónicos en la mesa.
  • Preparar los mismos tipos de alimentos para todos los miembros de la familia, buscando formas que resulten más fáciles de ingerir para los pequeños.
  • Incorporar nuevos alimentos de manera progresiva, haciendo que las comidas sean más variadas.
  • Optar por las formas más saludables de los alimentos, como es el caso de los cereales integrales, preferir proteínas provenientes del pescado en vez de las carnes rojas ricas en grasa.
  • Evitar el uso de sal y condimentos en excesos.
  • Preferir las preparaciones que requieran menos cantidades de grasas como aceites.
  • Muéstrale a tu hijo el gusto por las frutas, los vegetales y las legumbres.
  • Restringe el consumo de alimentos y bebidas azucarados, comidas rápidas y gaseosas.
  • Para beber, el agua es lo mejor.
  • Raciones pequeñas para que puedan terminar el plato.
  • Frutas y verduras a diario.

Algunas familias tienen estilos o regímenes de alimentación especiales, bien sea por razones culturales (como es el caso de la alimentación vegetariana) o por salud (como las familias de diabéticos o hipertensos). Es importante que siempre consultes al pediatra antes de hacer cualquier restricción alimentaria a tu hijo.



Bibliografía

  • AEP Asociación Española de Pediatría. Cruz Tratado de Pediatría, 11ª edición. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2017
  • Manual de diagnóstico y terapéutica en Pediatría". 6º edición. Ed. Panamericana. J. Guerrero-Fdez. A. Cartón Sánchez. A. Barreda Bonis. 2016
  • Nelson textbook of paediatrics Miller EK, Williams JV. Rhinoviruses. En: Kliegman RM, Stanton BF, St. Geme III JW, Schor NF.. 20ª ed. Elsevier. Philadelphia. 2018. p. 1612-3.
  • www.familiaysalud.esEste enlace se abrirá en una ventana nueva. AEPAP

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