Creando y manteniendo rutinas

Creando y manteniendo rutinas

Hay que considerar que en esta etapa de la vida los hijos ya tienen la capacidad de comprender temas abstractos, por lo que conceptos como la moral, la ética, lo bueno y lo malo serán un tema frecuente de conversación y debemos aprovecharlo para mantener y consolidar los hábitos y rutinas iniciadas en las etapas previas, ya que los hábitos que se tienen en la adolescencia con seguridad serán los que se mantengan a lo largo de la vida.

La mejor forma de comunicarse con el adolescente es escucharlo atentamente, interesarse por lo que dice, dejar que exprese sus sentimientos y luego plantear sus observaciones analizando ambos puntos de vista.

Para crear un hábito es necesario realizar una determinada conducta de forma repetida, de manera que esta se aprenda. Muchas veces se necesita algo de motivación para realizar las conductas que se convertirán en hábitos. Los hábitos surgen de la constancia.

Hábitos de alimentación

Una buena alimentación es fundamental para tener una buena salud. Una alimentación saludable es una alimentación balanceada, es decir, que incluya todos los tipos de alimentos, lo que garantiza un aporte adecuado de los distintos nutrientes, minerales y vitaminas. Procurando consumir las versiones saludables de los alimentos, buscando prepararlos horneados, a la parrilla, asados y en versiones que no requieran grasas añadidas.

La buena alimentación debe acompañarse de buenos hábitos en la mesa, como tener horarios para comer, hacer tres comidas principales y dos meriendas y procurar comer siempre en un lugar adecuado sin distracciones y en familia.

Los adolescentes en esta etapa ya empiezan a pasar más tiempo fuera de casa, por lo que es posible que coman con sus amigos, en la escuela, centros deportivos o en lugares de recreación. Es importante que enseñes a tu hijo a mantener los hábitos de alimentación ya comentados, incluso cuando come fuera y es preciso recordar la forma en la que puede hacer elecciones más saludables entre las diversas opciones de alimentos que puede elegir.

Higiene personal

El cuidado personal también tiene gran importancia para la salud. Además de hacer que el cuerpo esté bien cuidado, aspecto muy importante en la época adolescente dado que dan mucha importancia a la imagen corporal , es importante mantenerlo saludable, ya que la higiene es parte fundamental de la prevención de diversas enfermedades.

La higiene incluye el correcto aseo del cuerpo y las piezas dentales, cuidado de la zona genital, cabello y el cuidado de objetos personales como su ropa y calzado.

En el caso de las manos es importante mantener una adecuada higiene y lavarlas siempre antes de comer y después de ir al baño.

Higiene postural

Un problema común en los adolescentes es que tienden a adoptar malas posturas al realizar sus actividades escolares, usar el móvil, trabajar en el ordenador, dormir o ver televisión.

Las posturas inadecuadas cuando son sostenidas por períodos de tiempo prolongado generan sobrecarga sobre estructuras como músculos y tendones lo que puede llevar al desarrollo de lesiones y contracturas, que a veces pueden ser dolorosas.

Es importante que los jóvenes tengan nociones de ergonomía y de higiene postural, que no son más que las recomendaciones para adoptar las diversas posturas y realizar las actividades cotidianas de forma tal que no se produzcan alteraciones para la salud.

Actividad física

La actividad física debe estimularse y mantener en todo momento. Este tipo de actividad debe ser inculcada en la infancia para que ya sea un hábito y forme parte de la rutina diaria del adolescente.

Es evidente que disminuir el sedentarismo y tener una actividad física regular es bueno para la salud. El estilo de vida físicamente activo desde la niñez es una buena forma de prevención para ciertas enfermedades crónicas muy frecuentes en la edad adulta, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad, problemas músculoesqueléticos y problemas de salud mental, ya que disminuye el estrés, aumenta la autoestima y favorece las relaciones sociales.

Hay total unanimidad en recomendar la actividad física regular en el niño como hábito o estilo de vida y disminuir el sedentarismo.

Hábitos de Sueño

La adolescencia es una fase de la vida donde el sueño juega un papel fundamental. Hay que dialogar con ellos sobre el sueño y su influencia en la salud y el bienestar.

El objetivo es sensibilizar al adolescente de la importancia que tiene dormir bien y suficiente. Unos buenos hábitos de sueño aseguran un correcto desarrollo físico y mental.

También es importante explicarles que la utilización de móviles, tabletas u ordenadores en el dormitorio dificultan la conciliación del sueño. Los padres deben dar ejemplo.

La privación del sueño tiene varios efectos adversos sobre la salud. Se encuentra relacionada con el desarrollo de cambios emocionales como ansiedad e irritabilidad, bajo rendimiento escolar, trastornos del aprendizaje e incluso con el desarrollo de sobrepeso y obesidad.


Algunos consejos:

  • Evitar tomar bebidas estimulantes (café, bebidas de cola o energéticas Este enlace se abrirá en una ventana nuevao chocolate, sobre todo por la tarde y noche).
  • Hacer ejercicio físico de forma regular puede ayudar a conciliar el sueño nocturno, aunque no es recomendable en las horas previas a irse a la cama.
  • Evitar las actividades que mantienen alerta (videojuegos, móvil) una hora antes de dormir. Las pantallas luminosasEste enlace se abrirá en una ventana nueva del móvil, la tableta o el televisor dificultan la conciliación del sueño y disminuyen su profundidad. Lo mejor es mantenerlos fuera del dormitorio cuando se vaya a dormir.

Recomendaciones:

Mantener una buena comunicación contribuye a la correcta formación de su hijo, ya que permite dar estructura a su conducta mediante la implementación de límites que le ayudarán a ser más responsable y tomar mejores decisiones, al tiempo que le ayudarán a crear buenos hábitos, como ya hemos mencionado anteriormente.

Los hábitos que se hayan inculcado y permanezcan en esta fase, serán los hábitos que tu hijo tendrá en su vida adulta. Estos tendrán una gran influencia en su desempeño futuro, en su éxito personal, profesional y el correcto y adaptado desarrollo social y emocional.

Los jóvenes necesitan de la orientación de su familia, especialmente con su ejemplo. Los padres deben tener en esta etapa una buena comunicación con su hijo, estar atentos a sus actividades y mantener los límites y las normas que se han venido inculcando desde la infancia.

Es necesario que por tanto trabajes con tu hijo en establecer rutinas en las que haya tiempo para ir a clases, alimentarse, cuidar de su higiene personal, cuidar de sus estudios, practicar actividad física, realizar actividades recreativas y dormir.

Un estilo de vida saludable requiere de un compromiso por parte del joven. Es importante que entienda los beneficios para su salud presente y futura.

Es importante establecer los horarios para cada tipo de actividad, incluyendo los fines de semana y hacer que el adolescente los cumpla.

La clave se encuentra en imponer disciplina y mantenerla. En ocasiones puede ser necesario establecer alguna penalización cuando se infrinjan las normas, como es el caso de los castigos, que deben tener una magnitud acorde con la falta cometida por el joven.



Bibliografía

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  • www.familiaysalud.esEste enlace se abrirá en una ventana nueva. AEPAP

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