Hay dos Virus del Papiloma Humano (VPH) que afectan al aparato genital

  • VPH de alto riesgo, ya que pueden desarrollar lesiones precursoras del cáncer y cáncer. Dentro de este grupo los tipo 16 y 18 son los más importantes, siendo los responsables del 70% de los cánceres de cuello de útero.
  • VPH de bajo riesgo, que no están relacionados con el cáncer pero causan lesiones benignas: verrugas genitales (condilomas). Los tipo 6 y 11 causan el 90% de éstas.

¿Por qué y cómo se produce un cáncer tras una infección por VPH?

La mayoría de la mujeres con una infección por VPH tiene el virus silente durante meses o años hasta que las defensas del organismo consiguen eliminarlo. Por lo tanto, la mayoría de las mujeres tienen una infección transitoria que no supone riesgo alguno.

Pero es un pequeño porcentaje de casos (entre el 10-15%) la infección por el VPH persiste sin que las defensas consigan eliminarla. Esta persistencia es el factor de riesgo para el desarrollo de lesiones premalignas que con el tiempo pueden evolucionar a un cáncer.

Existen diversos factores que contribuyen a que la infección sea persistente:

  • Tipo de VPH.
  • Tabaco.
  • Alteraciones de las defensas del organismo.
  • Elevado número de embarazos.
  • Toma prolongada de anticonceptivos hormonales.

¿Qué son las lesiones premalignas y cuál es el riesgo de que se transformen en cáncer?

Las lesiones premalignas preceden a la aparición del cáncer y se denominan, SIL (lesión escamosa intraepitelial). Según el grado de alteración se clasifican en LSIL (lesión de bajo grado) o HSIL (lesión de alto grado).

En la mayoría de los casos las lesiones LSIL se resuelven de forma espontánea sin necesidad de realizar ningún tratamiento. Esto no suele ocurrir con las lesiones HSIL que suelen persistir y tener riesgo de transformación maligna.

¿Cómo puede detectarse la infección por VPH o una lesión Premaligna?

La infección por VPH es asintomática. La forma de detectarla se basa en el análisis de una muestra de secreción del cuello uterino que nos permitirá tanto detectar la presencia del virus (prueba de VPH) como alteraciones celulares indicativas de que exista infección (citología cervical). Tanto una como otra se toman en consulta y posteriormente se analizan en el laboratorio.

¿Cuándo debe realizarse una Citología o prueba de VPH y cuál es su significado?

La Citología se ha utilizado clásicamente como método de prevención del cáncer de cuello de útero.

Recientemente se ha incorporado la prueba del VPH que tiene mayor capacidad de detección y que permite alargar con seguridad el intervalo entre pruebas hasta 5 años. Esta prueba debe realizarse a partir de los 30 años, ya que la infección por el VPH es muy frecuente en mujeres jóvenes y en ellas casi siempre es transitoria.

Un resultado anormal de la citología y/o una prueba de VPH positiva para un virus de alto riesgo significa que se puede ser portadora de una lesión premaligna del cuello del útero. En estos casos hay que continuar el estudio como comentamos en el siguiente punto.

¿Cómo se diagnostica una lesión Precancerosa o un cáncer de Cuello de Útero?

Hay que realizar una colposcopia, que consiste en explorar el cuello del útero mediante una lente que permite examinarlo con mayor precisión. No causa molestias adicionales a las que puede ocasionar la citología. Se aplican una serie de líquidos y las lesiones premalignas se hacen visibles.

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Para poder analizar estas lesiones y dar el diagnóstico definitivo se requiere la toma de una pequeña biopsia que se hace en el mismo momento sin necesitar anestesia ni provocar mayor incomodidad.


Según el resultado de la biopsia se define en qué casos tratar o simplemente realizar controles periódicos.


¿Cómo se trata la infección VPH o las lesiones asociadas al virus?

No existe tratamiento médico específico para la infección del virus. La infección deberá ser eliminada por el sistema inmune de cada mujer.

Sí que existen tratamientos para las lesiones:

  • Conización cervical: el área anormal es extirpada cortando un fragmento de tejido de cuello de útero en forma de cono con un bisturí eléctrico.

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  • Vaporización con láser o crioterapia: se trata de destruir el tejido afectado.

Todos estos tratamientos son conservadores ya que permiten que el cuello del útero se regenere sin impacto en la salud reproductiva.

¿Cómo se puede prevenir la infección por VPH?

  • Administrándose la vacuna frente al VPH.

    Todas las vacunas comercializadas protegen frente a los tipo VPH 16 y 18 que causan el 70% de los cánceres de cuello de útero y una proporción de cánceres de vulva, vagina, ano y orofaringe. Actualmente disponemos de una vacuna que incluye también otros tipos (6,11,31,33,45,52 y 58).

    La vacuna previene de la infección pero no afecta la eliminación de un virus existente. Es importante conocer que la vacuna también es útil en las mujeres que ya hayan estado expuestas al virus, ya que a diferencia de otras infecciones, el antecedente de infección previa por VPH no protege completamente frente a nuevos contactos.

  • Utilizando Preservativo.