El ecocardiograma (ecografía Doppler del corazón) es una prueba diagnóstica de imagen que utiliza ondas sonoras para obtener una imagen en movimiento del corazón, sin emplear radiación para ello.

La exploración es realizada por un cardiólogo mediante la aplicación de un gel y una sonda llamada transductor sobre la caja torácica. Dicha sonda emite ultrasonidos y registra los 'ecos' generados por las estructuras cardiacas transformándolos en una señal eléctrica que permite elaborar una imagen en tiempo real del corazón. La sonda Doppler registra el movimiento de la sangre en el interior del corazón.

Esta prueba diagnóstica se realiza para evaluar las válvulas y cámaras del corazón y así estudiar soplos cardíacos, válvulas cardiacas anormales, la fuerza del bombeo, la extensión del daño en pacientes con infarto, infecciones de las válvulas, inflamación de la bolsa que envuelve al corazón (pericardio), la presencia de trombos, malformaciones congénitas o arritmias con afectación estructural.

En algunas ocasiones puede ser necesario utilizar sondas especiales como la ecocardiografía transesofagica (ETE). En esta técnica se emplea una sonda endoscópica que se introduce a través del esófago y permite obtener una imagen más clara del corazón.

Es posible utilizar el ecocardiograma para detectar enfermedad coronaria utilizando fármacos que elevan la frecuencia cardiaca (pulso) o de esfuerzo en una cinta móvil. El uso de ecopotenciadores o contrastes ecográficos puede ser útil en casos de mala calidad de la imagen o para la detección de comunicaciones anómalas entre diferentes cámaras cardiacas.