La cirugía Refractiva es el procedimiento más empleado para la corrección de miopía, hipermetropía y astigmatismo. Consiste en la aplicación de láser Excimer para cambiar la curvatura de la córnea. Este procedimiento se realiza en el interior del tejido corneal de manera que la cicatrización y por tanto la recuperación será mucho más rápida que con otras técnicas.

  • Es una cirugía ambulatoria, no requiere hospitalización.
  • No es necesaria la anestesia general. Sólo gotas anestésicas.
  • Es un método seguro y preciso.
  • Rapidez tanto en la intervención como en la evolución de la recuperación visual postoperatoria.
  • Estabilidad del resultado.
  • Posibilidad de operar ambos ojos en la misma sesión.

Diagnóstico y patología

Es una técnica para la cual se utiliza anestesia tópica (gotas). La mayoría de los pacientes describen sólo una sensación de presión producida por los aparatos con los que se inmoviliza el ojo.

No todo el mundo puede someterse a una intervención de cirugía láser ocular. Un buen candidato para someterse a la operación:

  • Tiene que tener al menos 18 años.
  • Antes de la cirugía, la visión debe haber permanecido estable durante al menos un año.
  • No debe haber sufrido una infección o lesión ocular en el último año.
  • No puede tener un trastorno autoinmune, como el síndrome de Sjögren.
  • Tampoco tiene que tener antecedentes de infección por herpes en el ojo.
  • No debe tener cicatrices en la córnea.
  • En el caso de que sea mujer, no tiene que coincidir con el embarazo.

Preoperatorio y postoperatorio

Antes de la cirugía, se hace un examen ocular completo para confirmar que los ojos estén sanos. Asimismo, se llevan a cabo otros exámenes para medir la curva de la córnea, el tamaño y la posición de las pupilas, la forma de los ojos y el grosor de la córnea (para constatar que va a quedar suficiente tejido corneal después de la cirugía).

Es necesario firmar una autorización antes del procedimiento, confirmando que se conocen los riesgos, los beneficios, las opciones, alternativas y las posibles complicaciones.

La cirugía refractiva es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que tarda de cinco a diez minutos por cada ojo.

La única anestesia que se utiliza es un colirio que adormece la superficie del ojo. El procedimiento se lleva a cabo con la persona despierta. La cirugía refractiva puede realizarse en uno o en ambos ojos durante la misma sesión.

Después de la operación sólo se requiere que el paciente descanse en su casa unas horas. A la mañana siguiente, la mejoría es tan evidente que muchos pacientes ven lo suficiente como para conducir e incluso ir a trabajar. Dependiendo del número de dioptrías corregidas y el tipo de defecto la recuperación es más o menos rápida, pero en general la mayoría de los pacientes pueden reanudar su trabajo y actividades a las 48-72 horas de la cirugía.