Las tendencias en el mundo quirúrgico conducen todas a un mismo fin: una cirugía cada vez menos invasiva, que supone un corte menor, menos dolor para el paciente y reduce su periodo de recuperación. Es la tendencia de futuro a la que se van apuntando hospitales de vanguardia de todo el mundo y por la que el Hospital Quirónsalud Palmaplanas apuesta desde hace varios años.

El servicio de cirugía del Hospital Quirónsalud Palmaplanas funciona como un equipo multidisciplinar (formado por varias especialidades) donde se realizan sesiones para comentar los casos de aquellos pacientes más complejos, con el objetivo de ofrecer el mejor tratamiento posible. En los últimos años, los quirófanos se han tecnificado, ha habido cambios muy rápidos, pero sobretodos trasciende uno: la laparoscopia, que permite operar mediante un material específico sin una gran incisión en el cuerpo, mediante pequeñas incisiones y evitando remover en lo posible los músculos, nervios, arterias, venas u órganos. El cirujano ve en el interior del cuerpo que opera por minicámaras conectadas a ordenadores en el quirófano. Este tipo de cirugía es mucho menos agresiva, permite que el paciente se recupere antes que la cirugía convencional y reduce al mínimo las cicatrices. No sólo mejora el resultado estético sino que disminuye la agresión quirúrgica. Esto se traduce en menos dolor, una recuperación más rápida y por tanto un regreso temprano a la actividad habitual.

Tras ese avance, ahora la cirugía endoscópica engloba técnicas que cada día buscan soluciones menos invasivas a las diferentes operaciones: menos cortes o más pequeños.

El objetivo de esta cirugía es hacer un corte menor al paciente y una menor manipulación de órganos, para que el postoperatorio sea menos doloroso y más corto, que la recuperación funcional de los órganos sea más completa, para reducir el riesgo de infecciones y evitar en lo posible las cicatrices. Otro aspecto importante es que esta cirugía menos invasiva acorta el periodo de hospitalización.

NOTES, SILS… técnicas del SXXI. En qué consisten

Se realiza una pequeña incisión de 1,5 cm en el ombligo del paciente, a través del cual se introduce un dispositivo que permite meter gas dentro de la cavidad abdominal, una cámara que permite ver en el interior y unos instrumentos quirúrgicos especiales articulados (pinzas, tijeras, bisturíes…) Este procedimiento permite operar en el interior del abdomen y evitar al máximo, seccionar músculos, nervios, etc. de la pared abdominal. La intervención dura más tiempo que la cirugía abierta clásica o que la cirugía laparoscópica convencional, dada la dificultad que comporta, se hace con anestesia general.