Durante el largo confinamiento domiciliario que hemos sufrido, el ejercicio regular fue una gran una ayuda para el mantenimiento de la salud mental y para perder los kilos de más que la falta de movilidad, pudo producir en nuestros organismos.

Durante todos estos meses, muchos niños y adultos han aprovechado el tiempo de encierro para hacer ejercicio físico con la intención de mantenerse activos lo mejor que han podido.

Los tipos de ejercicio más populares fueron (en los casos más privilegiados que disponían de espacio suficiente): caminar, trabajar en el jardín, trotar, usar equipos de gimnasia en casa (rodar en bicicleta estática y correr en cinta rodante). Otra alternativa muy utilizada fue la participación de clases online a través de internet. Utilizando recursos digitales como entrenamientos en forma de sesiones grupales cuya demanda y audiencia se ha disparado.

Sin embargo, esta actividad física, tiene la función de ejercer de mantenimiento físico, evitar la pérdida de masa muscular y de la capacidad aeróbica deportiva, pero en ningún caso puede substituir a la actividad física habitual de equipo o competitiva en pista o en un espacio exterior.

El Dr. Vicente José López, coordinador de la Unidad de Medicina deportiva del Hospital El Pilar hace balance de cómo ha sido la vuelta al deporte tras el confinamiento:

Al repasar la casuística de motivos de consulta en traumatología, durante el confinamiento, al pasar más tiempo en casa, hemos visto un aumento de los accidentes domésticos. También el auge del teletrabajo ha aumentado el sedentarismo aumentando la exposición de horas sentados delante del ordenador en la misma posición. Asimismo, muchos adultos han aumentado las horas en posición agachada jugando con sus hijos, aquejando consecuentemente dolores de espalda y de extremidades inferiores debido al mantenimiento de posiciones menos habituales.

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Según datos estadísticos durante el confinamiento ha habido una disminución drástica de accidentes de tránsito especialmente los de alto impacto así como de accidentes de trabajo. También se ha observado que el número de fracturas pediátricas ha disminuido 2.5 veces durante la pandemia de COVID-19, en parte debido a la interrupción de los deportes organizados y la disminución del juego en el patio. Asimismo, las lesiones músculo esqueléticas relacionadas con el deporte han disminuido.

El deporte tras la salida del confinamiento qué ha pasado?

La salida de casa condicionó un aumento de practicantes deportivos, especialmente corredores que desconocen, en muchos casos, la técnica adecuada de carrera y carecen de formación para prevenir las eventuales lesiones que se pueden producir.

Lo mismo ha ocurrido en deportes profesionales como el fútbol, el inicio de la actividad ha producido un aumento de lesiones superior al que se produce en la pretemporada, ya que no es lo mismo entrenar individualmente a la exigencia competitiva de un profesional.

Además, cuando hablamos de futbolistas, a todos se nos viene a la cabeza los conocidos por los medios de comunicación pero la inmensa mayoría no disponen de grandes gimnasios en sus casas, son simplemente personas "normales" que han estado confinados en pisos y que han seguido sus entrenamientos como han podido.

Nuestra recomendación general sería que, si no se practicaba un deporte antes del confinamiento, ser prudente y estudiar las características de este y reconocer la información que nos envía nuestro organismo en relación a alertas en formas de dolores e inflamaciones. Ya que hemos podido objetivar, en nuestra consulta, que el entusiasmo recién adquirido ha pasado factura a nuestros cuerpos: Siendo las lesiones más comunes las musculares, isquiotibiales, pubalgias (dolor en la ingle) seguidas de las articulaciones de carga como las rodillas, pie (especialmente un aumento significativo de fascitis plantar o dolor en talón y tendinopatías insercionales del tendón de Aquiles, tobillo y la espalda, en forma de las omnipresentes lumbalgias.

De forma que la principal recomendación en caso de lesión muscular es obtener un diagnóstico médico acertado y seguir las pautas recomendadas de adaptación progresiva al deporte. Si nuestro objetivo es recuperar la actividad deportiva de una forma saludable recomendamos recurrir a un preparador físico titulado o a un readaptador deportivo que indique una pauta escalonada de progresión deportiva

Existen programas de reducción de lesiones basados en una combinación de ejercicios específicos de fuerza y de equilibrio basados en la neuromodulación que se pueden introducir de forma sencilla a modo de calentamiento previo a cada sesión de entrenamiento individual o grupal. Uno de los más populares y recomendables es el FIFA 11+ que es un programa de calentamiento fácil, accesible, gratuito, reble y que sustituye al calentamiento habitual previo al entrenamiento o partido.3

Otra recomendación fundamental es prestar atención a una dieta sana y equilibrada, con especial interés en una correcta hidratación especialmente en esta época de aumento del calor.

Iniciar la actividad con ejercicios de bajo impacto de forma progresiva: caminar, hacer senderismo, trote suave.

Así que, como conclusión, mantener el estado físico general al correr y caminar es excelente, mientras que la vuelta deporte competitivo no es posible. Muy importante tener en cuenta que necesitamos regresar gradualmente al deporte utilizando al máximo el sentido común ya que, con un entrenamiento adecuado, y una buena planificación podemos evitar lesiones que nos pueden limitar para el resto de la temporada.