El problema del ojo seco ya tiene solución. En gran medida el ojo seco se produce por la deficiente secreción de las glándulas de Meibonio que están en el espesor de los párpados. Esta secreción es lipídica y forma la capa más externa de la película lacrimal que protege la superficie ocular para evitar la evaporación.

Ahora con el tratamiento con luz pulsada de alta frecuencia se pone fin a las molestias del ojo seco. Se trata de un tipo de láser que se aplica sobre los párpados para mejorar la circulación sanguínea y activar las terminaciones nerviosas de las mencionadas glándulas de Meibonio.

De esta forma se consigue, en varias sesiones, restaurar la fina capa de grasa que lubrifica y reducir la evaporación de la película lacrimal. Asimismo, a los pacientes que sufren de ojo seco se les recomienda repetir el tratamiento como mantenimiento. Así, la persona dejará la dependencia que le supone tener que aplicar colirios de lágrimas artificiales pudiendo, incluso, en algunos casos, llegar prescindir de ellas totalmente.