ZincZinc

El zinc es un oligoelemento fundamental para mantener un estado de salud óptimo.

Debido a su concentración en el organismo, el zinc se encuentra en segundo lugar después del hierro en cuanto a la cantidad de oligoelementos presentes.

El zinc se encuentra en las células por todo el organismo, manteniendo funciones estructurales en tejidos y células. Participa en la división y el crecimiento de las células, en la cicatrización de heridas…

Es fundamental para que el sistema inmunitario, nuestro sistema de defensa, funcione correctamente.

Además, interviene en funciones enzimáticas, interviene regulando la transcripción genética, síntesis y almacenamiento de insulina, síntesis de neurotransmisores.

El zinc también es necesario para los sentidos del olfato y del gusto. Durante el embarazo, la lactancia y la niñez, el cuerpo necesita zinc para crecer y desarrollarse apropiadamente.

Un déficit de este mineral puede traer graves consecuencias como un retraso en el crecimiento y en el desarrollo, deficiencias en el sistema inmune, deficiencias cognitivas…

¿Dónde podemos obtener este mineral?

Las principales fuentes alimentarias son: los crustáceos y moluscos, carnes rojas, legumbres, frutos secos y determinados quesos como el manchego, emmental, bola, parmesano.

Los cereales, las frutas y las verduras presentan baja disponibilidad, porque la presencia de fibra hace que se disminuya la absorción de zinc. Por lo tanto, las dietas bajas en proteínas y las dietas vegetarianas tienden a ser bajas en zinc.

Ocurre al igual que con otros minerales, ciertos compuestos que pueden inhibir la absorción del zinc como es la presencia de fitatos, las proteínas de la leche disminuyen la absorción, el tostado de los cereales baja la biodisponibilidad, y además compite con otros minerales, el hierro y el cobre.