La coliflor o Brassica oleracea, pertenece a la misma familia que el brócoli o las coles de Bruselas. Se originó en la región mediterránea y aunque no nos lo parezca China es el mayor productor de coliflor. Los romanos fueron los primeros que iniciaron su cultivo. Desde allí se extendió su uso a través del Mediterráneo gracias a sus fluidas relaciones comerciales. En el siglo XVIII llegó a España, tiempo después que a la mayoría de Europa.

coliflorcoliflor

En la antigüedad no se utilizaba como alimento, sino como remedio medicinal, siendo utilizada para aliviar el dolor de cabeza o la diarrea.

Cada planta de coliflor solo puede producir una flor, que es lo que nos comemos y es una fuente de diversos nutrientes, su contenido en grasas e hidratos es bajo, pero tiene mucha fibra y vitaminas del grupo B, como la B2, que intervienen en la producción de anticuerpos, la B3, que mejora tu sistema digestivo y nervioso y la B6, para reforzar el sistema inmunitario, destacando su contenido en vitamina C que se encuentra entre el 60% de los requerimientos diarios.

Muchas personas no la consumen, debido a que al cocinarla desprende un olor característico debido a los compuestos sulfurados que contiene, pero con trucos como cocinarla sin tapar, añadir comino, patata, manzana o anís a su cocción, podemos aprovechar todas sus propiedades y consumirla en nuestros platos.

En la Consulta de Nutrición te hablaremos de esta delicia y sus ventajas.