Cuando pensamos en flores que se comen, pensamos en las verduras y hortalizas de las que consumimos sus flores, como la Alcachofa (Cynara scolymus) de la que se consume generalmente el corazón y la base, retirando las hojas duras y la pelusa interna. El Brécol o Brócoli (Brassica oleracea italica) que se puede comer crudo, macerado o como aperitivo, cocido con salsa vinagreta o bechamel. La Coliflor (Brassica oleracea botrytis) que se cuece enseguida, y se puede comer cruda, marinada y como aperitivo.

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Pero muchas veces vemos flores que forman parte de la decoración de un plato y muchas veces nos preguntamos si son comestibles o no. El uso de flores para complementar una receta no es nueva y se utiliza desde hace siglos como la flor de calabaza en México, las violetas en los romanos o los postres indios que eran adornados con pétalos de rosa.

Añadir flores a la comida añade sabores y nutrientes como vitaminas del grupo A y B, betacarotenos, licopenos y otros componentes como polifenoles o fitoquímicos, al igual que cuando condimentamos nuestros platos con hierbas aromáticas.


Algunas flores comestibles son:

  • Las flores de la Albahaca que quedan perfecta en ensaladas, en donde aporta un sabor y aroma mediterráneo a los platos.
  • Las flores de Azahar que se utilizan para aromatizar bolleria como el rosco de reyes o panes.
  • Las Flores de Begonia que se emplean en macedonias de frutas o como guarnición por su sabor ligeramente amargo, similar a la de limón.
  • Las flores de la Borraja, cuyo sabor similar al pepino, se emplea sobre todo para aromatizar bebidas.
  • Las flores del Calabacín y calabaza con un sabor dulce y suave textura que se usan fritas, rellenas y para hacer quesadillas y sopas.
  • Las flores de la Caléndula de sabor un poco picante y parecido a la pimienta o al azafrán. Se usa en fresco para ensaladas, dar aroma a sopas o postres.
  • Las flores de la Cebolla y cebollino que son una versión más suave y más floral del de las hortalizas que proceden.
  • Las flores del Diente de león con un sabor dulce y meloso, que resulta ideal para ensaladas y arroces.
  • Las flores del Eneldo que se utilizan para añadir en pescados, mariscos, sopas y salsas.
  • Las flores del Geranio con sabores afrutados y cítricos que se utilizan para repostería, bebidas, ensaladas o simplemente como guarnición.
  • Las flores del Hibiscus de sabor dulzón y colores variados, se utiliza en platos de aves y pescados, ensaladas y confitadas en repostería.
  • Las flores del Hinojo con su sabor anisado y sutil de regaliz, combina en preparaciones dulces y sopas.

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