Muchos piensan que tomar agua con azúcar antes o después del ejercicio físico va a mejorar, minimizar o eliminar ese dolor que se siente después de realizar nuestro entrenamiento.

En realidad, las agujetas se denominan DOMS, "Delayed Onset Muscular Soreness" y estos dolores musculares de aparición tardía se producen por micro-roturas en los músculos cuando los sometemos a un ejercicio fuera de lo habitual, ya sea por falta de entrenamiento o por someterlos a un entrenamiento más intenso. Es muy normal padecer agujetas siempre que realicemos un esfuerzo diferente.

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Estas micro-lesiones, que suelen desaparecer de dos a cinco días, pueden ir acompañadas en algunos casos además del dolor muscular de una perdida de movilidad articular o de fuerza.

¿Qué puede ayudarnos a reducir las agujetas?

Modular el ejercicio físico, en el caso de molestias para que nuestros músculos se adapten al ejercicio, practicar estiramientos y mejorar la movilidad de nuestras articulaciones.

Hidratarnos bien, preferiblemente con agua o/infusiones que facilite al organismo la realización de las funciones de reparación. Consumir alimentos con una mayor proporción de agua, como las frutas y verduras cuya concentración de vitaminas, minerales y antioxidantes favorece la reparación.

Ingerir alimentos ricos en magnesio, como el plátano, albaricoques, aguacates, almendras, anacardos, guisantes, legumbres, semillas y granos enteros, ya que este mineral ayuda a acelerar la reestructuración muscular.

Alimentos con ácidos grasos Omega 3 que tienen un efecto protector al disminuir el riesgo a sufrir lesiones, como son los pescados azules y los frutos secos.

Una buena fuente de vitamina D ya que previene la pérdida de masa ósea y muscular, de modo que mejora la fuerza y potencia muscular y disminuye el riesgo de caídas y lesiones, que se encuentra mayoritariamente en los lácteos, los mariscos, hongos y el huevo.