La técnica del Bypass se muestra como la más efectiva para tratar las enfermedades de las arterias coronarias además de conseguir alargar la esperanza de vida del paciente, tal y como afirma la doctora Catheline Lauwers, jefa del servicio de cardiología de Quirónsalud Valencia

El bypass coronario combate enfermedades de las arterias coronarias. Concretamente, en los casos en los que hay una estrechez o una oclusión de la arteria coronaria que impide el riego sanguíneo a una parte del corazón. La intervención consiste en "un injerto que sustituye a un segmento de arteria coronaria enferma", tal y como explican la doctora Catheline Lauwers, jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia, y el doctor Juan Martínez León, cirujano cardíaco consultor de Quirónsalud Valencia.

Cómo se realiza un Bypass Coronario

La cirugía de bypass coronario tiene dos partes perfectamente diferenciadas.

La primera consiste en la obtención de los injertos que van a ser utilizados como sustitutos de las arterias coronarias.

Los tejidos pueden extraerse de diferentes partes del cuerpo, siempre que no supongan un deterioro del organismo, según indica el Dr. Juan Martínez León, cirujano cardiaco consultor de Quirónsalud Valencia.

"Normalmente los injertos se extraen de la arteria mamaria (arteria que corre paralela al esternón), de la vena safena (recorre la cara interna de la pierna) y de la arteria radial (conocida vulgarmente como la arteria del pulso) que está situada en el antebrazo", añade.

La segunda parte de la operación consiste en colocar los injertos de forma que obtengan sangre de una porción sana del árbol vascular para llevarla más allá de la lesión coronaria. Este proceso puede hacerse de dos formas: con utilización del soporte de circulación extracorpórea (CEC) parando el corazón, o sin el soporte de la CEC, una técnica mínimamente invasiva conocido como bypass sin CEC o sin-bomba.

"Ambas técnicas tienen el mismo fin, que es revascularizar o, lo que es lo mismo, llevar sangre a las zonas sin riego. Además, las dos técnicas son igualmente seguras, así que su utilización depende de las características del enfermo y de la capacidad del equipo quirúrgico para realizarlas", concluye la Dra. Lauwers.