La Neurología es una especialidad compleja que tiene como objetivo atender a los pacientes que presentan problemas en el sistema nervioso central y periférico, así como en el músculo. El conocimiento en neurología ha crecido exponencialmente en los últimos 20 años con importantes avances médicos de enfermedades que previamente no tenían ningún tratamiento o eran muy complejas de diagnosticar. Actualmente el campo de acción de la especialidad engloba la Migraña, el Ictus, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y otros trastornos diversos. Los síntomas evaluados también son muy variables y engloba las pérdidas de memoria, la inestabilidad o el mareo, el dolor de cabeza y cervical, la pérdida de fuerza, el temblor, los trastornos de la marcha, los cuadros de pérdida de conocimiento, los hormigueos o parestesias y muchos otros diversos síntomas que pueden hacernos sospechar una disfunción del sistema nervioso.

El objetivo fundamental del servicio de neurología y neurofisiología del Hospital Quirónsalud Valle del Henares es atender a los pacientes con trastornos neurológicos empleando la tecnología médica más moderna y los profesionales mejores cualificados. El servicio está liderado por el Dr. David Pérez Martínez, jefe del servicio de Neurología y Neurofisiología. El Dr. Pérez tiene más de 20 años de experiencia como neurólogo y es experto en diversos campos de la neurología, especialmente en enfermedades neurodegenerativas. La Dra. Lorena García es jefa asociada de Neurología del servicio, con amplia experiencia en neurología clínica y enfermedades desmielinizantes. Finalmente, la Dra. Anabel Puente es la jefa asociada de Neurofisiología clínica con una extensa carrera en el diagnóstico de enfermedades neurológicas, especialmente en el uso del video-EEG y trastornos de sueño.

Junto a estos profesionales les acompañan un equipo de excelentes profesionales de la neurología y neurofisiología con el fin de enfocar la asistencia en consultas subespecializadas, aunque manteniendo una visión global del paciente. Ese equilibrio es clave para poder ofrecer una atención sanitaria de calidad y cercana. El fin es buscar la mejor solución para el paciente, adaptándola a su entorno y a sus preferencias.