El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población están provocando un incremento en la prevalencia de las patologías degenerativas y crónicas causantes de situaciones de dependencia.

En paralelo, la pandemia mundial desencadenada por el SARS-COV2 puso de manifiesto la necesidad, en determinadas situaciones, de fomentar una adecuada permanencia de la población en sus domicilios, evitando dentro de lo posible los desplazamientos y el contacto con terceras personas, potenciando la permanencia en el domicilio de un segmento de la población muy frágil.

Rocío Tarragó SánchezRocío Tarragó Sánchez

"Para dar respuesta a la necesidad de aproximar y personalizar la asistencia a estos pacientes que presentan pérdida de su autonomía como consecuencia de un proceso patológico -señala Rocío Tarragó Sánchez, fisioterapeuta y Coordinadora del Servicio de Rehabilitación del Hospital Quirónsalud Valle del HenaresEste enlace se abrirá en una ventana nueva-, hemos puesto en marcha un programa de atención domiciliaria, tomando en consideración las barreras propias del entorno del paciente".

Existen diferentes estudios -Munin (1998) y Karthiqueyan (2007)- que abogan por programas de rehabilitación domiciliaria estructurada.

La experiencia demuestra que estos programas inciden en tres ámbitos diferentes (el del paciente, el de su entorno y el de su familia y cuidadores), así como en el contexto sanitario y social: en el contexto sanitario es una alternativa asistencial para evitar desplazamientos hospitalarios de pacientes en situación médica estable y permite mejorar los datos de ocupación hospitalaria, reduciendo las estancias y disminuyendo las listas de espera; y en el contexto social porque favorece el proceso de integración en la comunidad, así como la motivación y participación de los cuidadores y proporciona una atención individualizada y multidisciplinar que incide en la mejora de la percepción de la calidad asistencial recibida, al tiempo que convierten la educación sanitaria en una actividad básica y singular al realizarse en el propio entorno natural del paciente.

El perfil de los pacientes tratados con rehabilitación en su domicilio es el de aquellos que presentan pérdida de autonomía personal en la marcha y en las actividades de la vida diaria, causados por múltiples factores: enfermedades somáticas, caídas, causas sociales, problemas sensitivos, factores psicológicos o psiquiátricos, situaciones de sobreprotección, factores ligados al envejecimiento o encamamiento prolongado.

"En este programa tienen cabida tanto pacientes agudos como crónicos, siempre que presenten incapacidad de desplazamiento a un centro hospitalario o ambulatorio, motivada por su patología de base y por la existencia de barreras arquitectónicas en los mismos", concluye Tarragó.

Etiquetas: Esperanza de vida, envejecimiento, patologías degenerativas, patologías crónicas, dependencia, atención domiciliaria, rehabilitación, barreras arquitectónicas, Quirónsalud, Hospital Quirónsalud Valle del Henares, Rocío Tarragó Sánchez