Obesidad.

La obesidad es una enfermedad crónica y debe de ser tratada como tal a nivel individual con un tratamiento dietético adecuado y personalizado, siendo fundamental el mantener el peso perdido y evitar la recuperación del mismo.

Trastornos del comportamiento alimentario.

Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad. Para su tratamiento es imprescindible la rehabilitación nutricional y la recuperación de hábitos alimentarios sanos, de forma que la dieta sea completa.

Hiperlipemias y colesterol.

La dieta es el tratamiento inicial de las hiperlipemias, además de mejorar el perfil lipídico del paciente una dieta adecuada disminuye otros factores de riesgo cardiovasculares asociados.

Dieta y embarazo.

Durante el embarazo los requerimientos de energía, proteínas, vitaminas y minerales se modifican notablemente, pudiéndose producir déficit alimentarios con repercusiones en el desarrollo fetal. La alimentación de la madre es uno de los factores que determina el peso del recién nacido, de ahì la importancia de la atención nutricional de la embarazada.

Lactancia y dieta.

La alimentación ideal del recién nacido debería ser lactancia materna hasta los seis meses y combinada con alimentación complementaria hasta los doce meses. La madre lactante deberá de adaptar su dieta a esta nueva situación fisiológica para compensar las necesidades especiales que supone la producción de leche.

Dieta e infancia.

El objetivo principal de la nutrición del niño es conseguir un desarrollo y un crecimiento óptimos además de prevenir aquellas enfermedades crónicas con mayor prevalencia en la edad adulta como son la obesidad, la diabetes, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial y determinados cánceres.

Adolescencia y dieta.

La adolescencia se considera un periodo de la vida especialmente vulnerable desde el punto de vista de la nutrición. Los múltiples cambios que conlleva esta etapa explican la necesidad y la importancia de una alimentación correcta. El asentamiento de correctos hábitos alimentarios permanecerá estable durante la edad adulta.

Alimentación y 3ª edad.

La actividad de las personas mayores va decreciendo con los años, y las necesidades energéticas también. La dieta debe de adaptarse a los problemas masticatorios, a las necesidades de calcio, a la presencia de enfermedades, a los fármacos utilizados y a los problemas de deglución, para evitar déficit nutricional incluso en personas bien nutridas.

Dieta y deporte.

Una dieta adecuada para el deportista en calidad y cantidad, antes, durante y después de un entrenamiento o una competición es fundamental para obtener un rendimiento físico óptimo, prevenir enfermedades y evitar deficiencias nutricionales

Dieta y enfermedad.

El tratamiento dietético del paciente con enfermedades crónicas, como diabetes, celiacos, alergias alimentarias, cuadros osteoporóticos, personas obesas, pacientes oncológicos, enfermos renales, enfermos cardiovasculares, hepáticos, úlceras, anemias, trasplantados etc. permiten mejorar la calidad de vida del enfermo y mejorar el estado de salud.

Dieta y ex-fumadores.

El incremento de peso observado en los ex fumadores oscila entre 3 y 10 kg. y suele ser producido por la ansiedad provocada por la cesación tabáquica, llevando a las personas un aumento de la ingesta de alimentos y provocando un aumento del peso. Un tratamiento nutricional adecuado permite minimizar este efecto y mantener el peso habitual.