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A los efectos de acceso a la historia clínica del menor, declaro y certifico que, en la actualidad, ostento la patria potestad sobre el/la menor, comprometiéndome, en caso de que por cualquier eventualidad pierda la patria potestad o tutela sobre el/la menor, a comunicarlo con carácter inmediato al Hospital.

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¿Qué hacer cuando a tus hijos les dan las vacaciones escolares?

Consejos útiles de la psicóloga infantil Paloma Méndez de Miguel, del Hospital Quirónsalud San José

Los niños esperan ansiosamente terminar el curso escolar y tener vacaciones. Es un período largo, que invita a compartir más tiempo con sus amigos, hacer deporte, viajar y disfrutar de diferentes actividades recreativas, como la piscina y la playa. Para los padres esta etapa muchas veces se transforma en un gran desafío, en una época en la que tienen que conseguir equilibrar la relajación que produce cierta anarquía en las reglas con el mantenimiento de algunos hábitos mínimos que son fundamentales para la estabilidad de sus hijos.


¿Cómo conseguir este equilibrio? La psicóloga infantil Paloma Méndez de Miguel, del Hospital Quirónsalud San José, responde que "muchas veces resulta complicado, pues por norma general los niños tienen más vacaciones que los padres, por lo que los campamentos y los abuelos se convierten con frecuencia en sustitutos del aula. Además, cada cambio para el niño supone iniciar un proceso adaptativo, lo que hace que con frecuencia se encuentren más nerviosos y alterados".


Paloma Méndez, quien pertenece al Departamento de Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y del Hospital Quirónsalud San José, detalla algunos consejos prácticos que contribuyen a que los niños no se desestabilicen y a que los progenitores disfruten de ellos durante el periodo vacacional:


  • Mantener una rutina de sueño: aunque no hay necesidad de conservar un horario y puede existir cierta flexibilidad, es bueno continuar con la rutina de sueño. Algo habitual y acertado es retrasar la hora de acostarse y postergar la de levantarse. De este modo los niños siguen durmiendo el mismo número de horas, pero adaptando su horario al del adulto.

  • Continuar con hábitos de comida similares a los del curso escolar: aunque los horarios varíen, es bueno que el niño tenga cierto orden con las comidas y no se salte algunas por estar de vacaciones.


  • Estructurar el tiempo libre con periodos de descanso y actividad: durante el verano, la televisión y las máquinas se convierten con frecuencia en "el" compañero de juego por excelencia. Del mismo modo que durante el curso limitamos las horas que dedican a esta actividad, durante el verano, aunque el margen sea más amplio, es necesario acotar el tiempo. El ocio tecnológico es sedentario, y por eso es aconsejable que de forma cotidiana practiquen deporte, actividades al aire libre y ocio activo.

  • Ofrecer alternativas para que puedan disfrutar su tiempo libre: durante el curso algunos niños están tan atareados que les resulta difícil encontrar momentos de ocio. Este factor contribuye a que muchos tengan dificultades para utilizar su ocio de forma eficiente y no aburrirse. Una buena alternativa es ofrecerles muchas opciones diferentes; así pueden experimentar, probar y descubrir formas de disfrutar su "tiempo".

  • Mantener pequeñas responsabilidades: es habitual que en vacaciones las responsabilidades bajen, pero no necesariamente tienen que desaparecer. Es compatible estar de vacaciones y seguir colaborando en tareas cotidianas. De este modo, cuando se inicie el curso escolar, se adaptarán más fácilmente.

  • Mantener límites y normas: cuando se está de vacaciones es habitual querer desligarse de las responsabilidades diarias. La educación de los hijos consume mucha energía, y por eso durante el período estival se tiende a ser más condescendiente con los niños. Hay que tener en cuenta que si consentimos ciertas actitudes (por ejemplo, que contesten mal o que desobedezcan), cuando llegue el período ordinario nos costará mucho esfuerzo volver a establecer los límites.

En definitiva, como subraya la psicóloga infantil Paloma Méndez, el mejor modo de conseguir unas vacaciones satisfactorias para la familia es equilibrar de forma acertada la disminución de responsabilidades (horarios, tareas escolares) con la libertad que otorga tener un largo periodo de ocio. "Hay que evitar que el verano se convierta en una anarquía, en la que los límites y normas se relajan hasta tal punto y se vuelven tan difusos que el niño no sabe bien a qué atenerse. Como tantas veces en el ámbito educativo, el sentido común y el equilibrio que otorga poner normas con flexibilidad suelen ser una fórmula acertada", concluye.

Etiquetas: Paloma Méndez, Psicología infantil, Hospital Quirónsalud San José, Vacaciones, Niños y vacaciones