La adicción al tabaco afecta a millones de personas en todo el mundo y España no es una excepción. Sin embargo, cada vez más personas están tomando conciencia de los efectos negativos del tabaco en la salud y están decididas a dejar de fumar.

Hoy, 31 de mayo, fecha en la que se celebra en todo el mundo el día mundial sin tabaco, puede ser un buen día para dejarlo. Si estás leyendo este artículo no lo pienses más y ¡anímate a hacerlo!

Y es que son sobrados los motivos para hacerlo. El tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, muchas de las cuáles son altamente tóxicas y carcinógenas. Por ello, fumar aumenta significativamente el riesgo de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas, enfermedad pulmonar inflamatoria crónica (EPOC) y accidentes cerebrovasculares.

Al dejar de fumar, se reduce drásticamente el riesgo de desarrollar estas enfermedades casi de forma inmediata:


  • En las primeras 24h, la presión arterial y el pulso comienzan a normalizarse, mejorando la circulación sanguínea.
  • A los pocos días, el sentido del gusto y del olfato se agudizan y la respiración se vuelve más fácil al disminuir la inflamación de las vías respiratorias.
  • Al año, el riesgo de enfermedades cardíacas disminuye un 50% y sigue disminuyendo con el tiempo.
  • Tras cinco años, el riesgo de sufrir un derrame cerebral es similar al de una persona que nunca ha fumado. Además, la posibilidad de padecer cáncer como el de pulmón, garganta, esófago y vejiga disminuye considerablemente.

Dejar de fumar también tiene grandes beneficios a nivel de bienestar psicológico. Las personas que dejan de fumar, experimentan una sensación de liberación y orgullo al superar la adicción que repercute muy positivamente en su autoestima, estado de ánimo e incluso en la calidad de su sueño.

Son todos ellos grandes efectos sobre la salud de las personas y la salud del planeta, que hoy día mundial sin tabaco queríamos recordar para animar a todos aquellos que están a punto de tomar la decisión a que lo hagan mediante un sencillo gesto ¡fumar el último cigarrillo! Y es que fumar puede ser un placer efímero, pasajero y momentáneo, pero dejar de fumar es una satisfacción plena, continua y que llena de vida.


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