CIRUGIA RECONSTRUCTIVA DE LA MANO

Especialista: doctor Ángel Álvarez Jorge

La mano constituye el órgano efector y sensible por excelencia y el más importante nexo de unión entre las personas y su entorno.

Casi todo lo hacemos con nuestras manos, resulta pues innegable la notable repercusión psicológica que se produce en el paciente que sufre una lesión en sus manos ya que en los casos mas graves se convierte en un dependiente total que no puede trabajar, que ha perdido libertad y hasta intimidad.

Las causas de las lesiones que afectan a las manos pueden ser muy diversas: inflamatorias como la artritis, degenerativas como la artrosis, atrapamientos nerviosos como el túnel carpiano y fundamentalmente los traumatismos.

Hay que resaltar las implicaciones sociolaborales asociadas a esta patología que además incide principalmente en un segmento de la población joven y activa.

Pocas especialidades médicas y quirúrgicas han tenido en la literatura mundial un avance tan prodigioso como la cirugía reconstructiva de la mano. Las razones que avalan de dichos progresos son múltiples.

Por un lado, los avances en las técnicas quirúrgicas y la prioridad del tratamiento inicial de las manos lesionadas realizado por cirujanos expertos en este tipo de lesiones han sido decisivos para lograr mejores resultados y menos secuelas.



  • Lesiones por traumatismos en la mano:

Los accidentes que afectan a las manos son muy frecuentes, llegando a suponer el 5% del total de las urgencias que entran en un gran hospital.

En el ámbito laboral suponen el 30% de los accidentes y de ellos hasta el 20% implican bajas laborales prolongadas con riesgo de desarrollar secuelas y discapacidades. El elevado número de lesiones motiva siempre a la reflexión y el estudio de cómo ofrecer la mejor y más rápida asistencia terapéutica, así como la necesidad de impulsar mecanismos preventivos más eficaces por parte de las empresas y los trabajadores.

La mayor preocupación de cualquier paciente que sufre una lesión en sus manos es "¿podré volver a trabajar en lo mío y cuándo?"

El resultado del tratamiento de una mano traumatizada depende en gran medida de la primera atención que se presta ya en la sala de urgencias, hasta el punto de que, en muchos casos como amputaciones de dedos, lesiones vasculares o nerviosas van a condicionar el pronóstico y la gravedad de las secuelas.

La cirugía reconstructiva de la mano se ha constituido como una verdadera subespecialidad desarrollada por cirujanos con capacitación específica en este ámbito, con la finalidad de desarrollar y aplicar nuevos procedimientos a las manos afectadas por un traumatismo.

Ante todo traumatismo en una mano, el examen clínico inicial debe ser muy riguroso ya que en ocasiones una mano con lesiones graves se presenta en urgencias como una herida de apariencia leve y ese falso aspecto de benignidad puede inducir a error (es típico el ejemplo de una pequeña herida en la palma de la mano con una lesión nerviosa subyacente)

Es necesario recalcar el decisivo impacto que ha tenido el desarrollo y aplicación clínica de las técnicas de microcirugía, revolucionando por completo toda la cirugía plástica reconstructiva. Permiten, al cirujano plástico debidamente entrenado en estas técnicas de microcirugía, recuperar por ejemplo una mano o dedos amputados, al ser capaces de unir las pequeñas arterias, venas y nervios dañados utilizando para ello instrumentación especifica y un microscopio.


  • La artrosis a nivel de la mano:

La artrosis del pulgar o rizartrosis se produce en la base del pulgar, entre el primer metacarpiano y el hueso trapecio, por la degeneración del cartílago que recubre la articulación. Este cartílago ayuda a que las articulaciones se deslicen suavemente.


Cuando se deterioran los huesos rozan entre ellos causando dolor que puede ser incapacitante. Es una afectación progresiva y crónica. Es muy frecuente con la edad y mayoritariamente en la mujer, en una relación de dos hombres por cada ocho mujeres. Factores hormonales como la premenopausia hace que los síntomas aparezcan con más fuerza en mujeres con esta predisposición.


Esta afectación puede desarrollarse con dolor moderado o intenso y en función de cada caso y de la profesión que desarrolle, puede llegar a ser muy incapacitante para la vida diaria, ya que se ve afectada la función de pinza y prensa de la mano tan necesaria para cualquier actividad normal.


Normalmente los pacientes no son conscientes del problema que tienen en la mano, solo notan dolor a la movilización del pulgar y responde poco a los analgésicos y antiinflamatorios. Pero es un tipo de lesión que debe tratarse pronto para poder solucionarlo antes de que se deterioren mas los tejidos, y evitar el desarrollo de deformidades.


La rizartrosis puede ocasionarse debido a lesiones anteriores como esguinces o fracturas que deterioran el cartílago, a una predisposición genética, a movimientos repetitivos y abusivos en nuestro trabajo o práctica deportiva, o incluso al uso frecuente del teléfono móvil.

Los síntomas más habituales son dolor a la hora de realizar algún movimiento o alguna actividad, como por ejemplo girar una llave o abrir una puerta, que con el tiempo persiste con el reposo. También la dificultad para sujetar objetos, la inflamación y rigidez de la articulación, el rango de movimiento limitado.


El diagnóstico en la mayoría de los casos se realiza a través de una exploración física y una radiografía simple, donde se puede observar el deterioro de la articulación.


El tratamiento inicialmente es conservador, basado en la utilización de antiinflamatorios y férulas que limitan el movimiento de la articulación, se puede utilizar por la noche y durante el día por momentos, y lo más importante es empezar cuanto antes la rehabilitación.


El tratamiento quirúrgico es adecuado siempre que el tratamiento conservador no haya tenido efecto y existen varias opciones que dependerán del estado evolutivo del paciente. Recientemente disponemos de técnicas quirúrgicas muy avanzadas como la prótesis de recambio de las superficies articulares y que eliminan el dolor manteniendo además la función y la fuerza, es sin duda la mejor opción. Otras alternativas son la fijación de la articulación (artrodesis), o resección del trapecio con reconstrucción de los ligamentos.


Especialista en Cirugía Plástica y reparadora:

Ángel Álvarez Jorge
Hospital Quirónsalud A Coruña