Preguntas frecuentes de las personas con apnea del sueño

¿Influye el peso? ¿Debo adelgazar?

El sobrepeso es el principal factor de riesgo para el desarrollo de apneas.

La reducción de peso mejora considerablemente la apnea del sueño, de hecho, se estima que una reducción del peso entorno al 5%, reduce el IAH (índice de apnea-hipopnea por hora de sueño) alrededor del 15% y una reducción de peso del 10% disminuye el IAH en torno al 26%.

Reducciones considerables de peso por tanto pueden hacer que un paciente con apnea del sueño deje de necesitar tratamiento con CPAP. De forma contraria las ganancias de peso empeoran la apnea del sueño,



¿La apnea del sueño se cura?

La apnea del sueño puede resolverse solo en situaciones muy determinadas:

  • Obesidades importantes: cuando se producen pérdidas de peso muy considerables.
  • En los niños que presentan alteraciones obstructivas derivadas de incremento de tamaño de las amígdalas y adenoides, que son corregidas quirúrgicamente.
  • Alteraciones de la mandíbula: que son corregidas quirúrgicamente.

Salvo en estas situaciones, la apnea del sueño suele ser una enfermedad crónica, en la que incluso lo habitual es que con el paso de los años se produzca un incremento del número de apneas.

Lo que es mucho más frecuente son las mejorías (sin llegar a desaparecer) tras reducciones considerables de peso, y por tanto que deje de necesitar tratamiento con CPAP.


¿Ronquido sin apnea?; ¿Tengo que hacer algo? Este enlace se abrirá en una ventana nueva

Apnea del sueño en las mujeres; ¿es diferente?

Sí, la realidad es que la apnea del sueño se manifiesta de forma diferente en las mujeres.

A pesar de ello, la practica totalidad de la evidencia científica de la que disponemos sobre las consecuencias y el tratamiento ha sido realizada en series compuestas exclusivamente o predominantemente por hombres. Esta falta de evidencia en mujeres, reconocida en diversas normativas y guías nacionales e internacionales, ha obligado a extrapolar la evidencia disponible, obtenidas en población masculina, a las mujeres.

En primer lugar, la frecuencia es inferior en mujeres, la relación es alrededor de 2,5 a 1 (algo más del doble de frecuencia en varones). Los estudios más recientes muestran frecuencias de al menos el 13% de hombres y 6% de mujeres.

En el síndrome de apnea-hipopnea del sueño se produce una "discriminación de género". Las tasas de infradiagnóstico son mucho más elevadas en mujeres que en hombres, probablemente porque las mujeres consultan menos que los varones y la presentación clínica es algo atípica, lo que puede hacer que el nivel de sospecha clínica de los médicos sea menor para el sexo femenino.

Otras características diferenciales de las mujeres:

  • Habitualmente la edad de diagnóstico es algo más elevada, alrededor de los 50-60 años.
  • Presentación un poco atípica: menos somnolencia, más fatigabilidad y mayor frecuencia de depresión y ansiedad.
  • Refieren menos ronquidos.
  • Mayor obesidad, medida por el índice de masa corporal, pero con una distribución de grasa más periférica, mientras que en el hombre es más central.
  • Gran influencia hormonal, se incrementa notablemente con la menopausia.
  • Habitualmente es de menor gravedad, con menor número de apneas-hipopneas por hora de sueño (IAH) y más breves.
  • Mayor deterioro de la calidad de vida para la misma gravedad.

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Estoy embarazada y mi marido dice que hago apneas; ¿debo hacer algo?

La realidad es que durante el embarazo se producen una seria de cambios fisiológicos (normales) que pueden predisponer al desarrollo de apneas: incremento de peso, elevación del diafragma, edema y disminución del calibre en la vía aérea superior. La mayor parte de ellos serían relevantes en el último trimestre del embarazo.

Pero también se acompaña de otros mismos cambios que ejercen un efecto protector: preferencia del sueño por el decúbito lateral, disminución de la fase de sueño REM, aumento del estímulo respiratorio cerebral y de la actividad de los músculos faríngeos.

No hay estudios fiables sobre la frecuencia de apnea del sueño durante el embarazo. Y también existen dudas sobre la relevancia en la madre y el feto de tener una apnea del sueño durante el embarazo. Lo más probable es que se asocie a un incremento de hipertensión gestacional, preeclampsia y parto prematuro, pero la información disponible no es definitiva.

A toda embarazada se le debe aconsejar evitar dormir en supino, moderar el incremento de peso y evitar el alcohol, pero no hay información suficiente para recomendar otros tratamientos tipo CPAP.

En aquellas mujeres que ya tuvieran un diagnóstico previo de apnea del sueño previo al embarazo y que estuviera recibiendo tratamientos tipo CPAP, se recomienda que lo mantengan.


Me quedo dormido con mucha facilidad ¿puede tener una apnea del sueño?

La realidad es que la causa más frecuente de una somnolencia diurna excesiva no es la apnea del sueño, sino una mala higiene del sueño.

Ejemplos de mala higiene de sueño son: dormir un número de horas insuficiente (en general la mayoría de personas adultas necesitan dormir entre 7 u 8 horas al día); horarios de sueño muy variables; siestas prolongadas (superiores a 30 minutos); cambios en los husos horarios; acostarse viendo la televisión en la cama; cenas importantes próximas a la hora de irse a dormir; ingesta importante de líquidos próximos a la hora del sueño; intentar recuperar la falta de sueño durmiendo más horas; consumir determinados fármacos (tanto relajantes como excitantes)

Una vez evaluada la higiene de sueño, conviene estar atento ya que la apnea del sueño es la segunda causa de somnolencia diurna excesiva, y tiene altas tasas de infradiagnóstico: la mayoría de los afectados no sabe que la padece, por lo que conviene saber cuando sospecharlaEste enlace se abrirá en una ventana nueva y cómo se diagnosticaEste enlace se abrirá en una ventana nueva.


Mi hijo pequeño ronca y se queda sin respirar, ¿debo hacer algo?

Los niños también pueden presentar ronquidos y síndrome de apneas del sueño, pero con características muy diferentes de las de los adultos.

La prevalencia del ronquido habitual se sitúa alrededor del 12% y la del síndrome de apnea del sueno alrededor del 2% con un pico máximo entre los 2 y 6 años. En los niños obesos puede llegar al 20-40%.

Los niños tienen causas predisponentes fundamentalmente anatómicas:

  • Hipertrofia del tejido linfático de la vía aérea superior, particularmente hipertrofia adenoidea (vegetaciones) y amígdalas faríngea, que en la edad infantil supone la causa más frecuente de apnea del sueño, y justifican que el pico de ronquido y apnea del sueño se produzca entre los 2 y los 6 años, coincidiendo cuando éstas estructuras son de mayor tamaño.
  • Alteraciones craneofaciales en el maxilar superior y la mandíbula
  • Laringomalacia: especialmente en los niños menores de 2 años
  • Obesidad: especialmente con el incremento de prevalencia en edad infantil. En nuestro país, la prevalencia de obesidad en niños es del 21% y en niñas del 15% según mostró el estudio ALADINO realizado en niños entre 6 y 9,9 años.

Las manifestaciones en la infancia son fundamentalmente nocturnas. De todos ellas, la más frecuente es el ronquido, siendo éste el motivo inicial de consulta en la mayoría de los casos. Pero se asocian con mucha frecuencia las pausas respiratorias observadas por los padres, la sudoración nocturna excesiva, el sueño inquieto y la enuresis nocturna (especialmente después de un tiempo con continencia adecuada).

Puede tener manifestaciones diurnas: cefaleas matutinas, somnolencia, alteraciones del comportamiento, problemas de aprendizaje, e incluso puede ser la causa de un retraso en el crecimiento o estancamiento ponderal.

El diagnóstico exige la relación de un estudio de sueño. El criterio de pausas respiratorias ≥ 10 segundos para definir un evento respiratorio en los adultos no es adecuado en niños, ya que periodos más cortos son capaces de producir descensos del oxígeno (O2) y elevación del carbónico (CO2). De igual forma, tampoco se considera el criterio de >5 apneas o hipopneas por hora de sueño, sino que en los niños se sitúa en ≥ 2/hora, o incluso ≥ 1 en presencia de síntomas sugestivos de TRS e hipertrofia adenoamigdalar.

Mientras que, en los adultos, la indicación de tratamiento se sitúa cuando el índice de apneas-hipopneas por hora de sueño (IAH) se sitúa por encima de 30 y en casos seleccionados entre 20 y 30, en niños estaría en ≥ 5 /Hora de sueno, y en casos seleccionados cuando estén entre 1 y 5 si se asocian determinadas manifestaciones.

Todos los niños diagnosticados y/o con sospecha de apnea del sueño deben ser valorados por un especialista en otorrinolaringología infantil, dado que el tratamiento de elección es el quirúrgico: adenoamigdalectomía).