La endometriosis es una enfermedad crónica y dolorosa que afecta a mujeres en edad reproductiva, caracterizada por el crecimiento de tejido similar al endometrio fuera del útero. Este tejido puede encontrarse en órganos pélvicos como los ovarios, las trompas de Falopio e incluso en el peritoneo, causando inflamación, dolor y formación de tejido cicatricial.

La enfermedad afecta a alrededor de un 10% de las mujeres, es causante del 60% de los dolores pélvicos crónicos y de alrededor del 30-50% de la infertilidad femenina. "Se trata de una de las enfermedades ginecológicas más comunes", afirma la Dra. Joana Carrera, especialista en Ginecología del Hospital El Pilar.

Hoy en día, todavía se desconoce la causa que provoca la endometriosis. Algunos especialistas defienden que una parte de la menstruación discurre por las trompas y cae en el abdomen en lugar de expulsarse hacia el exterior. Sin embargo, esto ocurre en muchas mujeres que no desarrollan endometriosis. Otra de las causas puede ser un posible defecto de la inmunidad responsable de la limpieza de microbios y de células anormales en el abdomen. Las defensas son de menor calidad y ello impediría que reconociesen como extrañas las células endometriales (normalmente sólo dentro del útero) y les dejaran paso libre para su siembra en los órganos internos. Por otro lado, hay familias con madre y varias hermanas afectadas de endometriosis, por lo que puede existir un componente hereditario. Actualmente se habla de la presencia de un compuesto químico llamado lactato en los implantes peritoneales, cuyo aumento sugiere una participación en el desarrollo de lesiones endometriosis.

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Síntomas

Los síntomas pueden variar ampliamente entre las mujeres y pueden incluir dolor pélvico crónico, dolor durante la menstruación (dismenorrea), dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), sangrado menstrual abundante (menorragia), fatiga y problemas de fertilidad. Además, en casos extremos de endometriosis, las adherencias pueden "unir" los órganos de una mujer, desde los ovarios hasta la vejiga y los intestinos, y congelarlos en su lugar. "Es esencial no normalizar los síntomas que pueda sufrir cada mujer", comenta la Dra. Carrera.


Diagnóstico

La ecografía es la técnica básica que inicialmente apunta el diagnóstico de endometriosis. La imagen es relativamente típica: quistes ováricos con un patrón específico. También se realizan análisis sanguíneos, aunque no es una prueba que se utilice rutinariamente en el protocolo de diagnóstico. Estudios recientes señalan un incremento del marcador CA-125 en sangre en mujeres con endometriosis, pero es inespecífico ya que no todas las mujeres con endometriosis sufren alteraciones en este marcador. La laparoscopia es una técnica operatoria que permite observar el interior del abdomen permitiéndonos hacer diagnóstico en muchos casos. Cuando el diagnóstico de endometriosis por ecografía no es claro o cuando el marcador CA-125 resulta muy alterado, el ginecólogo puede solicitar exploraciones especiales: TAC o resonancia magnética.

Recientes avances en el diagnóstico de la endometriosis han llevado al desarrollo de nuevas técnicas no invasivas. Se están investigando biomarcadores en la sangre y la saliva que podrían ayudar a identificar la presencia de la enfermedad, lo que permitiría un diagnóstico más temprano y preciso.


Conciencia pública

La endometriosis no solo afecta la salud física de quienes la padecen, sino también su bienestar emocional y calidad de vida en general. Por este motivo, es fundamental aumentar la conciencia sobre esta enfermedad para que muchas más mujeres acudan al especialista si creen que pueden estar padeciéndola.

Sin embargo, todavía persisten estigmas y mitos que dificultan el acceso a la atención médica adecuada. "A pesar de los desafíos persistentes, hay razones para ser optimistas sobre el futuro de la investigación y el tratamiento de la endometriosis", afirma la Dra. Carrera. Los avances en la comprensión de la enfermedad, junto con el desarrollo de nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico, ofrecen esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad debilitante.