Quirónsalud
Blog de la Dra. Fernández-Nieto. Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoHoy venimos a aclarar algunos conceptos en relación con la "alergia al polvo" que muchos pacientes nos comentan en la consulta. El polvo, per se, no produce alergia sino, como mucho, una reacción irritativa que no activa el sistema inmunológico. Pero sí puede suceder que en ese polvo existan partículas provenientes de los ácaros, que son las que en ocasiones producen alergia a quien las respira. Por tanto, hablemos de la alergia a los ácaros.
¿Qué son?
Los ácaros son arácnidos, y causa muy frecuente de alergia, dando origen a síntomas de asma, rinitis, conjuntivitis, y también dermatitis atópica. Hay numerosas especies de ácaros, aunque los dos más importantes son Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae, seguidos de cerca por Blomia tropicales, que es el ácaro más prevalente en Canarias.
¿Dónde se encuentran?
Viven y se acumulan en lugares oscuros, sin luz solar, pero donde puedan encontrar alimento; se alimentan sobre todo de escamas de piel humana (de ahí su nombre, Dermato-, piel, y –phagoides, que comen). Por tanto, viven dentro de las casas, y al contrario que la creencia popular, no están en el polvo de la calle.
Para que los ácaros puedan sobrevivir necesitan unas condiciones ambientales muy determinadas, sin sol ni sequedad, con humedad relativa del 70 por ciento aproximadamente y una temperatura de alrededor de 21ºC. Esto se traduce en sitios oscuros, cerrados y húmedos, por lo que sólo sobreviven en el interior de viviendas con estas condiciones. No hay ácaros en el polvo de la calle, ni en el del parque, ni en el de las obras. Este tipo de polvo puede provocar síntomas por irritación, pero no por activación del sistema inmunológico.
Es más, estas condiciones se encuentran sobre todo en zonas costeras y en las islas. En zonas como Madrid hay pocos ácaros, y son causa poco frecuente de alergia.
¿En qué época aparecen?
En las épocas de primavera, y sobre todo otoño, que es cuando se dan las condiciones ideales de temperatura y humedad, es cuando más proliferan los ácaros; pero lo cierto es que el alérgico a ácaros puede estar mal en cualquier estación del año siempre y cuando se den las condiciones ambientales necesarias. Un invierno lluvioso será peor que una primavera seca; una habitación con humedad y/o mal ventilada será un foco constante de ácaros.
Además, independientemente del número de ácaros per se, las partículas alergénicas que producen pueden perdurar en el ambiente, así que los síntomas de los alérgicos serán perennes si en su vivienda se dan las condiciones para que haya ácaros.
¿Cómo producen alergia?
Los ácaros no penetran en el cuerpo humano, sino que desprenden partículas alergénicas que permanecen en suspensión en el ambiente, y cuando se respiran pueden dar lugar a síntomas de alergia. Estas partículas se encuentran sobre todo en las heces, pero también en el cuerpo de los ácaros que cuando mueren se desintegra y las libera.
¿Cuándo se sospecha que los síntomas se deben a la alergia a ácaros?
Si los síntomas aparecen en relación con la manipulación de ropa antigua o que proviene de un lugar cerrado, o en otoño, o al entrar en sitios que llevan tiempo cerrados, o únicamente al ir a la playa, se sospecha esta alergia.
¿Cómo se trata esta alergia?
Por un lado, tenemos las medidas de evitación, que generan gran controversia en cuanto a su utilidad, aunque parece que hacer una evitación integral sí es útil. Esto consiste en ventilar muy bien las estancias de la casa, evitar las humedades en casa, aspirar a diario la casa, el colchón, la almohada y los sillones, evitar el uso de alfombras y tapices, lavar la ropa de cama semanalmente con programas de agua caliente y dejar secar al aire, y evitar animales domésticos. También es conveniente evitar peluches, muñecos de tela, cabeceros tapizados y colchones de muelles, ya que en los huecos que tiene el colchón para alojar los muelles también tienden a alojarse los ácaros.
Por otro lado, tenemos el tratamiento sintomático habitual, que en función de la exposición puede ser suficiente (por ejemplo, pacientes que viven en Madrid y solo tienen síntomas durante 15 días en verano cuando van a la playa).
Y por último, existen vacunas frente a los ácaros, que funcionan como cualquier otra vacuna de alergia, de las que ya os hablamos en este post https://www.quironsalud.es/blogs/es/alergiate-dia/inmunoterapia-especifica-vacuna-alergia
¿Es peligrosa?
Esta alergia puede provocar distintos tipos de síntomas, desde rinitis y conjuntivitis hasta asma y dermatitis, por lo que puede alterar la calidad de vida de quien la sufre. Los episodios de asma pueden llegar a ser graves y de difícil control, por lo que, como todas las alergias, debe tomarse en serio y consultarse con un especialista.
¿Hay agravantes de esta alergia?
En los casos de alergia a ácaros es preferible no tener mascotas de pelo ni pluma en casa, ya que al alimentarse de restos procedentes de humanos y de animales, cuantos más restos haya mayor será la población de ácaros en la vivienda.
Los días de lluvia, a veces, son terribles. En la ciudad provocan atascos interminables, estrés para llegar al trabajo, etc. ¿Y para las personas? A algunas les produce una gran melancolía. Más allá de las emociones que pueda causar, la lluvia, la humedad ambiental, puede empeorar muchas enfermedades como la rinitis y el asma.
Existen como alérgenos numerosos hongos que pueden estar en el ambiente. Algunos requieren de unas especiales condiciones ambientales de humedad y temperatura.
Lo primero que nos gustaría es terminar de una vez con la "leyenda urbana" de que todos los hogares, y especialmente si se tienen niños, necesitan un humidificador ambiental (sobre todo en la seca zona central de nuestro país). Los especialistas médicos que trabajamos en el área del aparato respiratorio nunca los hemos prescrito como si fueran un medicamento. La temperatura ambiental es fácilmente regulabe en nuestras casas con los termostatos de las calefacciones. No hay necesidad de añadir humedad ambiental, ni con los humidificadores ni con recipientes con agua dentro de casa. Basta abrir las ventanas y ventilar adecuadamente varias veces al día para tener un aire saludable. Los humidificadores, por muy limpios que los tengamos, y aunque sean de frío, siempre almacenarán microorganismos, bacterias, virus, hongos, que se pueden vaporizar al medio ambiente de nuestro hogar y por ello inhalar por todos los habitantes de la casa. Esto puede causar sensibilizaciones a dichos hongos y en algunas ocasiones enfermedades infecciosas respiratorias como las neumonitis.
En otras ocasiones los hongos ambientales se localizan en nuestros hogares muy a nuestro pesar. Esas manchas de humedad de coloración gris-verdosa oscura, que dan al ambiente un característico olor, y que pueden estar en los baños, dentro de armarios empotrados, etc, pueden causarnos patologías respiratorias. Por eso deben ser eliminadas y limpiadas cuanto antes para mantener un entorno respiratorio saludable. En nuestras actividades de ocio también podemos estar expuestos a los hongos, en las piscinas cubiertas o en los, muy de moda actualmente, centros de spa. Una adecuada desinfección del agua y del entorno ambiental, así como medidas de ventilación, evitarán la proliferación de los hongos. Medidas, todas estas, que las administraciones se ocupan de que sean cumplidas por estos establecimientos.
Más allá de estas exposiciones puntuales están las que no se pueden evitar. Esto es, las derivadas de la exposición a determinados climas o estaciones del año, donde se dan las condiciones ideales de humedad y temperatura ambiental para que los hongos sean alergénicos. Los climas más húmedos, cerca de zonas de litoral u otras fuentes de agua, tienen mayor concentración ambiental de hongos. Durante los otoños, sobre todo si son húmedos, igual sucede.
Existen más de 500.000 especies de hongos, siendo los más relevantes en cuanto a enfermedades respiratorias alérgicas, la alternaria, el aspergillus y el cladosporium. El hongo alternaria causa asma sobre todo en los niños. Los especialistas en Alergología pueden realizar las pruebas oportunas, desde las más clásicas en la piel hasta las más modernas en sangre, utilizando el llamado diagnóstico molecular, y a cualquier edad del paciente. Y la mejor noticia es que, además del tratamiento sintomático -esprays nasales, inhaladores para el asma…-, disponemos de una moderna inmunoterapia (vacunas) para las enfermedades alérgicas causadas por alternaria (el hongo más frecuente).
Como siempre, si sospechas que tú o alguien de tu entorno puede estar sufriendo alguna patología alérgica por hongos, consulta con tu alergólogo de confianza.
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoNos ha parecido interesante completar nuestros posts sobre asma con este de hoy centrado en el asma de nuestros hijos.
Comenzamos con unos datos numéricos que, aunque realmente son un "pelín" alarmantes, también son necesarios para resaltar el objetivo final de este post: insistir en el diagnóstico correcto y precoz, así como en el mejor tratamiento del asma en los niños.
El asma afecta a unos 300 millones de personas en todo el mundo. En España, afecta al 10 por ciento de los niños, y entre un 60-70 por ciento de estos casos tiene un origen alérgico: pólenes, ácaros, hongos, animales. De ahí la importancia de visitar a un especialista en Alergia cuando se sospeche asma infantil.
Como ya os hablamos en nuestro anterior post sobre el asma, ésta es la enfermedad crónica peor controlada en la actualidad. Las causas son múltiples, a pesar del gran abanico de tratamientos del que disponemos hoy en día. Una de ellas, muy importante, es la falta de un único criterio a la hora de definir la enfermedad. En el caso del asma infantil, ese problema es aún más complejo.
Durante años se han utilizado términos como sibilancias, broncoespasmo o hiperreactividad bronquial para definir características clínicas que realmente corresponden al asma. Hoy día, la recomendación científica es evitar por completo el uso de esa terminología y denominarla simplemente asma.
El asma es una enfermedad con alto componente hereditario: tener padres u otros familiares con otras enfermedades atópicas, ya sea el propio asma o rinitis alérgica o alergia alimentaria, predispone a su padecimiento. Entre los factores predisponentes a la enfermedad del propio niño existen varios muy documentados en los estudios científicos:
¿Cómo se diagnostica el asma infantil? Ante la sospecha de asma debes acudir a tu especialista. Como hemos dicho, la mayoría de los asmas pediátricos tienen un origen alérgico, por lo que siempre es aconsejable la valoración por dicho especialista, quien, además, realizará las pruebas respiratorias oportunas tales como espirometría, medición de óxido nítrico exhalado o test de hiperrespuesta bronquial, si son necesarias... Además, se harán distintos análisis sanguíneos para descartar otras enfermedades, situaciones de inmunodepresión, etc.
Si hablamos del tratamiento del asma, los corticoesteroides inhalados son la base. Muy importante es la forma de inhalarlos. Los niños siempre deben inhalarlos a través de una cámara de inhalación (como la de nuestra foto). Con esto nos aseguramos de que, de verdad, el medicamento entre en los bronquios del niño. El especialista indicará la necesidad, en función de la edad y gravedad de los síntomas, de añadir otros medicamentos inhalados o de forma oral. Los corticoesteroides inhalados realizan su trabajo en el bronquio, y apenas pasan a la sangre por lo que no se producirán los temidos efectos secundarios de los mismos.
Los jarabes antitusígenos o mucolíticos no son tratamientos para el asma.
Como siempre, ante cualquier síntoma que te haga sospechar que tu hijo tiene asma, consulta a tu especialista. El alergólogo atiende a pacientes de 0 a 100 años; es importante diagnosticar y tratar de manera correcta el asma infantil para que la función respiratoria de los niños sea normal al llegar a adultos.
Se cree que el ser humano adoptó su primera mascota, un perro/lobo hace unos 40.000 años. Asociado al inicio de la ganadería, estos dos hechos ponen en conexión la vida humana con la animal. Desde entonces, la humanidad siempre se ha rodeado de mascotas para compartir su vida y ocio. Como en todo, también han existido las modas en cuanto al tipo más solicitado. Los alergólogos vemos en nuestra consulta a pacientes que poseen todo tipo de mascotas: desde los tradicionales perros y gatos, hasta reptiles como el geco, aves o mamíferos poco comunes como las ardillas. Ya nada nos sorprende.
A través de nuestros tips (ya tradicionales en nuestro blog, vamos a intentar aclarar las cuestiones más comúnmente consultadas por nuestros pacientes.
Esperamos haber resuelto vuestras dudas. Disfrutad de vuestras mascotas.
El pasado 1 de mayo se celebró el Día Mundial del Asma. Una oportunidad excelente para recordar esta patología respiratoria crónica que, a pesar de la aparición cada año de nuevos medicamentos, la divulgación de guías diagnósticas y terapéuticas, etc, sigue sin tener buenos resultados en cuanto a su control. Más de 300 millones de personas en todo el mundo sufren esta enfermedad, estimándose que en el año 2025 llegarán a 400 millones.
En España, el coste anual medio del paciente asmático es de entre 1.533€ (SNS) y 1.726€ (sociedad médica privada). A esos costes directos, hay que sumar los indirectos por absentismo laboral, presentismo etc. Tampoco hay que ignorar que el asma también tiene mortalidad asociada: en 2015 se produjeron 430.000 muertes por asma en el mundo. Solo en España, se produjeron 1.024 muertes en 2016, y lo más preocupante es la tendencia al alza de esta cifra en los últimos años.
Existen dos grandes caballos de batalla que los especialistas tenemos de cara al abordaje de esta enfermedad:
Las especialidades involucradas en el tratamiento del asma no hemos sabido enviar un mensaje claro y único respecto a su definición y forma de control. El asma es una enfermedad crónica inflamatoria de las vías respiratorias, y su tratamiento, por tanto, es crónico. Los pacientes suelen abandonar la medicación inhalada en cuanto empiezan a mejorar, pero no deben hacerlo. Es como si el paciente hipertenso o el diabético abandonará su tratamiento.
La mayoría de los casos de asma tienen una causa alérgica, pero otros no. En este contexto hay que pensar también que hasta el 15 por ciento de los asmas de aparición en el adulto pueden tener alguna relación con el medio laboral del paciente.
Durante los últimos años ha cobrado fuerza en la Medicina en general la creación de unidades multidisciplinares para el abordaje por varios especialistas de una enfermedad. Este es el caso de las Unidades de Asma que funcionan en nuestro país, acreditadas por las sociedades españolas de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC) y de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Esta acreditación otorga un reconocimiento institucional en cuanto al abordaje de la enfermedad: pruebas diagnósticas modernas y actualizadas, tratamiento personalizado del paciente, etc, y en cuanto a la calidad del personal que lo forma en los aspectos de investigación, publicaciones científicas…
Hace más de un año salieron al mercado los primeros fármacos biológicos para el tratamiento del asma, que supondrán un gran avance para su abordaje. En principio, estos tratamientos están reservados para los casos de asma más grave, pero ya veremos lo que el futuro nos deparará en esta línea.
En la Fundación Jiménez Díaz contamos desde hace un año con la Unidad Multidisciplinar de Asma acreditada por la SEPAR, con nivel de alta complejidad y grado de excelencia, y por la SEAIC, donde utilizamos las técnicas diagnósticas más punteras y los últimos tratamientos para el asma.
Y, para terminar, algunos tips:
Seguro que conoces a alguien que tenga alergia al polen, o a los ácaros, o al pescado, la leche, la aspirina... La alergia se ha convertido en un problema global, que aparece en muchos aspectos de la vida cotidiana, en general haciéndola algo más engorrosa. Aunque no es una enfermedad nueva, si existe en general gran desinformación sobre como manejarla, sobre los tratamientos posibles, y sobre los estudios que se deben llevar a cabo para un buen diagnóstico. Creemos que es fundamental que el paciente esté formado e informado en este tema, y con ese objetivo en mente hemos puesto en marcha este blog.
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