Todo lo que debes saber sobre el Vaginismo
El vaginismo es una afección dolorosa que puede ser tratada mediante fisioterapia
Se define vaginismo como la retracción del tercio externo de la vagina, es decir, una contracción y tensión excesiva e involuntaria de la musculatura del suelo pélvico. Esto puede causar dolor, molestias y ansiedad en las mujeres que lo experimentan, lo que a su vez puede interferir en su vida sexual y en sus relaciones personales. Las mujeres que sufren vaginismo experimentan mucho dolor al tener relaciones sexuales con penetración (dispareunia) o simplemente les resulta imposible tenerlas. Asimismo, les resulta muy doloroso someterse a un examen médico, incluso colocarse un tampón durante la menstruación, ya que se produce una contracción involuntaria o espasmo de la musculatura del suelo pélvico.
Existen dos tipos de vaginismo: el primario y el secundario.
El primario lo experimentan las mujeres que siempre han tenido imposibilidad de mantener relaciones sexuales con penetración, es decir, la mujer nunca ha tenido una penetración completa sin dolor. El secundario, por su parte, es aquel que no se había manifestado pero que, en un cierto momento, aparece. Es decir, hay mujeres que han podido tener relaciones sexuales con penetración de manera normal (sin dolor) pero que, en un cierto momento, comienzan a sufrir vaginismo. Según Rosa Teixidó, Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico del Centre Mèdic Quirónsalud Aribau (Col. D.F. 1507), "el vaginismo secundario puede desarrollarse a cualquier edad, generalmente después de una infección, cirugía, parto o debido a la menopausia".
En caso de sufrir dolor durante las relaciones sexuales o en alguno de los casos descritos anteriormente, es conveniente acudir al ginecólogo para que pueda explorar y diagnosticar el caso. El tratamiento del vaginismo generalmente implica terapia sexual, terapia cognitivo-conductual y ejercicios de relajación para ayudar a las mujeres a superar sus miedos y ansiedades relacionados con mantener relaciones sexuales, así como a aprender a controlar conscientemente los músculos del suelo pélvico. "La fisioterapia, por ejemplo, se ha erigido como una interesante herramienta de tratamiento frente al vaginismo", indica la especialista en fisioterapia de suelo pélvico.
La fisioterapia como tratamiento
El propósito del tratamiento de fisioterapia será reducir el dolor y el espasmo de toda la musculatura del suelo pélvico de la mujer. Así, se suelen realizar tratamientos que incluyen: tercarterapia, manipulaciones de toda esta musculatura para relajarla y reducir el espasmo, ejercicios que las pacientes pueden aplicar en su casa para relajar la musculatura del suelo pélvico acompañados con la respiración, enseñar el uso de los dilatadores vaginales, estiramientos de musculatura de la zona afectada, etc.
Consejos de nuestra fisioterapeuta
- Autoexploración: se aconseja a la mujer que, con un espejo, se mire toda la zona de perineal. Se le indicará que toque y abra los labios vaginales y toque suavemente la zona de entrada de la vagina, sin provocarse dolor.
- Ejercicios de Kegel: cuando se dé un espasmo de la musculatura del suelo pélvico, hay que hacer una pequeña contracción vaginal seguida de una larga relajación de esta musculatura, siempre acompañada de la respiración.
- Otros ejercicios: los ejercicios de báscula pélvica y los estiramientos de aductores e isquiotibiales también ayudarán a relajar la zona.
"Los problemas sexuales pueden afectar a mujeres y a hombres, no son culpa de nadie y no son algo de que avergonzarse. En la mayoría de los casos el tratamiento por fisioterapia puede ayudar muchísimo a la mujer que sufre vaginismo. Por eso es importante, que si tienes un problema de suelo pélvico acudas a tu ginecólogo y fisioterapeuta", comenta Rosa Teixidó, Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico del Centre Mèdic Quirónsalud Aribau.
