iStock-1097508168 - Bronquiolitis (1)_11zonImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoiStock-1097508168 - Bronquiolitis (1)_11zonLa bronquiolitis es una infección respiratoria que afecta a los niños más pequeños, especialmente a los menores de dos años. "El culpable es un virus que se llama Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y suele ser más habitual en los meses fríos, típicamente de octubre a marzo" señalan desde el servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

Los primeros síntomas de la bronquiolitis coinciden con los de un resfriado común:

  • Congestión nasal
  • Mocos
  • Tos
  • Fiebre

"La diferencia con otro tipo de catarros es que, a partir del tercer o cuarto día, aumenta la tos y presentan ruidos en el pecho (mucosidad o pitido o respiración sibilante) y asocian dificultad respiratoria" explica la doctora Raquel Fernández, especialista en Pediatría del hospital vasco.

La doctora apunta que "cuando acude un bebé con sospecha de bronquiolitis valoramos cómo respira: si respira muy rápido, si se le marcan las costillas al respirar, o se le hunde la parte superior del abdomen; en ese caso, decimos que tiene dificultad respiratoria". También "revisamos la auscultación pulmonar para valorar si tiene ruidos respiratorios y la ventilación. Así como la oxigenación mediante la pulsioximetría". La mayor parte de las veces no es necesario realizar ninguna prueba complementaria.

Aclara además que no hay un tratamiento eficaz contra la bronquiolitis "el tratamiento se centra en aliviar los síntomas" puntualiza. En bebés, cuando tienen mucha mucosidad, "recomendamos realizar lavados nasales con suero fisiológico antes de comer y dormir para que puedan respirar mejor". Si no tienen apetito o presentan dificultad para comer "recomendamos fraccionar las tomas, es decir, reducir la cantidad de alimento y ofrecerlo con más frecuencia".

Otra de las preocupaciones de los padres en estos casos es la fiebre. La doctora Fernández explica que "la fiebre no es una enfermedad, es un síntoma más, es la respuesta del cuerpo ante la infección", en este caso causada por un virus. Si el bebé o niño con fiebre presenta malestar, dolor o irritabilidad "se pueden administrar antitérmicos, a las dosis recomendadas según el peso del bebé". Recomiendan también desde el centro hospitalario evitar ambientes con humo, especialmente del tabaco, porque puede empeorar los síntomas.

Desde el servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia lanzan un mensaje tranquilizador a los padres, "es cierto que para los bebés resulta muy molesto e incómodo y se alarga en el tiempo, pero la bronquiolitis suele resolverse en 2-3 semanas, y en la mayoría de los casos no requiere ingreso hospitalario". También comentan que "a veces la tos y cierta mucosidad pueden persistir más allá de tres o cuatro semanas".

Hay que prestar especial atención a los recién nacidos menores de tres meses, prematuros o con otras patologías, porque tienen más riesgo de presentar una bronquiolitis grave.

La doctora señala además que es muy importante saber cuáles son los síntomas o signos que indican un empeoramiento:

  • Respiración rápida y superficial y el abdomen se mueve hacia arriba y hacia abajo rápidamente
  • Pitido o mucho ruido en el pecho al respirar
  • Respira con dificultad: las áreas que hay debajo y entre las costillas y en el cuello se le hunden cuando respira
  • Deja de respirar por unos segundos
  • No hay consuelo: está muy inquieto o muy irritable
  • Está aletargado, cansado, no se despierta para alimentarse
  • Los labios, la lengua y/o las uñas presentan una tonalidad azulada

En estos casos lo recomendable es acudir al servicio de urgencias para que el especialista en pediatría valore la situación.

Como medidas de prevención general la especialista de Quirónsalud Bizkaia apunta la importancia "del lavado frecuente de manos, evitar acudir a lugares cerrados con mucha aglomeración de personas e intentar evitar el contacto de los bebés con niños o adultos enfermos". Porque, recuerda que, "un catarro leve para un adulto o niño mayor puede ser leve, pero para un bebé o recién nacido puede acabar en complicaciones".

"Actualmente también podemos prevenir la bronquiolitis mediante un producto que aporta anticuerpos (defensas) para luchar contra el virus responsable de la bronquiolitis (VRS). Desde esta temporada de VRS se ofrece este producto (niservimab) "a todos los bebés que nazcan entre octubre de 2023 a marzo de 2024, así como a pacientes de más riesgo (prematuros, lactantes con cardiopatías y problemas respiratorios) y también a los lactantes nacidos de julio a septiembre de este año 2023", explica la pediatra.

La vía de administración es mediante una inyección, pero no es exactamente una vacuna.
En el caso de las vacunas, se administra un microorganismo o partes de este y nuestro sistema inmune produce defensas (anticuerpos) frente a esa enfermedad. Con el niservimab se administran los anticuerpos (defensas) específicos para el VRS, protegiendo al bebé en caso de que entre en contacto con el virus, evitando la enfermedad. Se administra una sola dosis, que ha demostrado proteger durante 5-6 meses.

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