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  • Causas, tratamientos y prevención de la osteoporosis

    Los huesos son tejidos vivos que se regeneran constantemente. Todo organismo sano tiene esta capacidad y, al mismo tiempo, puede destruir o reabsorber el hueso envejecido.

    Cuando una de estas funciones no se puede realizar con normalidad es cuando aparece la osteoporosis, una enfermedad que afecta la densidad de la masa ósea en el esqueleto. ¿Qué significa esto? Los huesos en estado saludable están compuestos por pequeños poros que, en caso de padecer esta patología, se vuelven de mayor volumen. Esto produce en ellos una fragilidad extrema que lleva a roturas sin ninguna lesión aparente que la produzca.

    Tipos y causas de la osteoporosis

    OsteoporosisOsteoporosis

    Existen cuatro niveles de esta afección que pueden presentarse en distintos casos:

    • Osteoporosis primaria: es la más habitual. Se desarrolla más comúnmente en mujeres con la pérdida de estrógeno que se da especialmente después de la menopausia. En el caso de los hombres, suele afectar en una edad más avanzada ya que la pérdida de testosterona ocurre a partir de los 50 años. Lo más normal es comenzar a verla a partir de los 60 años en general.
    • Osteoporosis secundaria: similar a la primaria, pero con la diferencia de que es provocada por agentes externos, como algunos medicamentos como consecuencia de sus efectos secundarios y/o enfermedades tales como la leucemia o problemas de tiroides, lo que lleva a que se pueda sufrir a cualquier edad.
    • Osteogénesis imperfecta: es menos frecuente, aunque puede ocurrir que exista un trastorno genético que produzca la fragilidad leve o grave de los huesos desde el nacimiento de una persona.
    • Osteoporosis juvenil idiopática: al igual que la anterior, es un tipo muy raro. En este caso se presenta en la edad de crecimiento de los niños (de 8 a 14 años) y aún se desconoce qué lo provoca.

    Síntomas de la osteoporosis

    Esta patología es asintomática, por lo que es muy difícil de detectar y mucha gente convive con ella hasta que es diagnosticada.

    Los síntomas surgen cuando los huesos están ya debilitados y el paciente presenta signos evidentes como fracturas o dolores en la espalda, consecuencia de alguna vértebra rota.

    Las roturas más frecuencia en pacientes con osteoporosis son las de cadera, vértebras o muñeca.

    Fractura de cadera por osteoporosis

    Es una de las consecuencias más graves de esta enfermedad ya que requiere de una intervención quirúrgica de alta complejidad y peligrosidad para poder arreglarla y garantizarle al paciente una buena calidad de vida.

    Por suerte, hoy en día existen técnicas muy efectivas como las intervenciones mínimamente invasivas (artroscopia de cadera) que tienen la gran ventaja de ser menos peligrosas que una cirugía abierta y de permitir una rehabilitación en muy poco tiempo. También existen las prótesis parciales y totales que ayudan a mejorar en gran medida la calidad de vida. Cada una de estas técnicas se aplica dependiendo del caso que se trate, aunque es recomendable acudir a profesionales experimentados ya que son tratamientos delicados.

    El equipo liderado por el Prof. Dr. Elgeadi es pionero en la realización de cirugías de cadera mínimamente invasivas utilizando la más avanzada tecnología, por lo que cuenta con un reconocimiento mundial en este aspecto.

    Fractura de columna debida a la osteoporosis

    Todo lo que les suceda a las vértebras es siempre muy delicado y, lamentablemente, su rotura es muy frecuente. En muchos casos no son tratadas por la complejidad que estas presentan y la peligrosidad de realizar las cirugías de reparación en pacientes de avanzada edad.

    Hoy en día es posible diagnosticarlas y tratarlas de manera adecuada gracias a la nueva tecnología y técnicas existentes en este campo. Con la endoscopia de columna vertebral es posible operar a un paciente con una incisión de menos de 1 centímetro, lo que lo hace un procedimiento mucho más seguro para personas mayores.

    ¿Cómo prevenir la osteoporosis?

    Existen tres factores fundamentales que ayudan a evitar la pérdida de masa ósea:

    • Calcio: es el mineral más abundante en el esqueleto lo que lleva a que sea el elemento nutricional más importante para la osteoporosis. Puede incorporarse en la dieta diaria y/o utilizando complementos nutricionales.
    • Vitamina D: cumple con la función de transportar el calcio desde el intestino hasta el hueso. Su problema es que es difícil de encontrarlo en alimentos por lo que generalmente se recomienda tomar algún complemento que proporcione la cantidad recomendada.
    • Estilo de vida saludable: es indispensable acompañar todo tratamiento con unos hábitos sanos como hacer ejercicio, dormir y alimentarse correctamente, así como evitar todo tipo de agentes tóxicos como el tabaco o el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Cirugía de columna como tratamiento para la estenosis de canal

    Las afecciones de espalda son algo que nos afecta a todos en algún momento de nuestra vida. Puede aparecer como una pequeña molestia o hasta un dolor más agudo que nos impida realizar ciertos movimientos con facilidad. En casos severos esta patología puede afectar a tu vida diaria ya que sencillas tareas se pueden volver muy complicadas.

    Aunque asociamos este malestar a haber realizado algún sobreesfuerzo podemos sufrir una lesión de forma repentina simplemente inclinando la espalda o tras permanecer en una mala postura de forma prolongada.

    ¿Qué es y cómo se diagnostica?

    estenosis canalestenosis canal

    Cuando hablamos de estenosis de canal nos referimos al estrechamiento del canal medular, el espacio por dónde pasan la médula espinal y el tejido neurológico. Estos tejidos sufren una presión inusual al reducirse el espacio disponible.

    Aunque en la mayoría de los casos esto se produce por una degeneración del tejido adyacente, lo que es un trastorno bastante frecuente en personas mayores de 50 años, también es posible que se deba a un accidente o algún golpe de origen traumático.

    Si sientes alguna anomalía tras caminar durante un tiempo o incluso hormigueo en las piernas, brazos, manos, es importante que acudas a un médico para que realice un estudio y las pruebas necesarias para un correcto diagnóstico. Por lo general estas pruebas consisten en una valoración previa de los síntomas que presenta el paciente, complementado con una radiografía. En muchos casos se precisa también de la realización de una resonancia magnética por si existiera una hernia de disco.

    Causas

    Como ya hemos comentado, en la mayoría de los casos el origen de una estenosis del conducto vertebral se debe a los cambios por el desgaste que sufre la columna vertebral, fundamentalmente relacionados con la artrosis.

    Aunque también es muy común que este problema se deba a una hernia de disco que presiona el tejido neurológico alojado en el interior de las vértebras. Según nuestros expertos, aproximadamente el 80% de la población sufrirá dicha patología a lo largo de su vida ya que durante los últimos años se ha visto un progresivo aumento de estas enfermedades.

    Tratamientos

    Aunque en muchos casos la cirugía es la mejor opción para el paciente, siempre se trata de evitarla comenzando la terapia con técnicas de rehabilitación y tratamientos ortopédicos como electroterapia, mesoterapia y cinesiterapia. Todo ello apoyado por el uso de fármacos para aliviar cualquier síntoma.

    Cuando hablamos de casos en los que el paciente aqueja un mayor dolor se emplean tratamientos más agresivos como la radiofrecuencia o artrodesis lumbar.

    Operación de hernia discal lumbar mediante de endoscopia avanzada de columna

    En primer lugar, se introduce una aguja guía y dentro de ella un dilatador que evade dañar los tejidos neurológico, muscular u óseo y acceder directamente a la zona en la que se va a trabajar. Tras localizar el nivel, los doctores comprueban la correcta visualización del disco.

    Con un vaporizador especial, con punta de láser que funciona con radiofrecuencia, van cauterizando o retrayendo los tejidos según las necesidades. Dicho vaporizador ayuda a ir identificando las estructuras que deben ir limpiando.

    Después, proceden a retirar la hernia con mucha delicadeza para que no se fragmente. Se comprueba que haya salido entera y limpian todo el canal tanto por el lado derecho como por el izquierdo.

    Los profesionales cauterizan los pequeños vasos sanguíneos que rodeaban la zona de extracción y comprueban de nuevo que no haya más trozos para extraer y que el espacio de las estructuras neurológicas es ahora el correcto. Por último, se le realiza al paciente una infiltración con corticoides locales y se espera hasta que se pase el efecto de la anestesia para comprobar su estado y su mejoría.

    Postoperatorio

    Tras pocas horas de la intervención el paciente puede irse caminando y sin apenas dolor, tan sólo con una cicatriz de un par de centímetros. Al consistir en una técnica ultra mínimamente invasiva los posibles problemas del postoperatorio se reducen hasta el mínimo. El paciente se va a casa tras despertarse del efecto de la anestesia empleada.

    Durante la primera semana, este irá recuperando su rutina diaria de forma normal pudiendo realizar una práctica deportiva normal tras un mes y medio, aproximadamente, desde la cirugía.

  • Hernia discal: causas y síntomas

    El área de la traumatología y ortopedia trata las enfermedades y las patologías relacionadas con el sistema músculo esquelético. Entre estas podemos mencionar, por ejemplo, la artrosis, la lumbalgia o las hernias discales. Sobre las últimas, muchos pacientes acuden a consulta con dudas acerca de qué es, y cuáles son sus síntomas y tratamientos. En este post se tratará todo lo relacionado a este trastorno.

    ¿Qué es una hernia discal?

    Hernia discalHernia discal

    Entre las vértebras de la espalda se encuentra el disco intervertebral, formado por el núcleo pulposo y el anillo fibroso, que tiene como misión distribuir las cargas y las presiones que soporta la columna vertebral. Este es capaz de deformarse y volver a su forma normal cuando desaparece la tensión. En el movimiento de extensión la vértebra superior se desplaza hacia atrás con lo que el núcleo se engrosa por delante, provocando un aumento de carga en las fibras anteriores del anillo que cuando alcanzan su umbral de tolerancia hacen que dicha vértebra recupere la posición previa.

    Una hernia discal se produce cuando el material del núcleo pulposo se sale del anillo fibroso debido a que las fibras de colágeno se han deteriorado y roto. Esto provoca que una parte del disco no sea capaz de regresar a su estado natural, pudiendo causar desde dolor en ambos brazos (en hernia de disco cervical) o piernas (hernias de disco lumbar) hasta cervicalgias o lumbalgias.

    Causas

    Es una afección que puede tener múltiples orígenes, desde problemas mecánicos como traumatismos, movimientos forzados de repetición, hasta un componente genético, pero el principal motivo por la que se produce es degenerativo. Es muy raro ver a personas menores de 30 años sufrir esta patología. Con el tiempo las fibras de colágenos del anillo fibroso se van degenerando y pierden elasticidad, por lo que después de deformarse ya no son capaces de volver a su posición previa y poco a poco se van rompiendo.

    Las hernias discales se suelen ver en las edades intermedias de la vida, para que un disco se hernie debe ser gelatinoso y en las personas de avanzada edad este está tan "seco" que es más raro que surjan.

    Hay diversos factores de riesgo que pueden predisponer a su desarrollo. Entre ellos destacan los trabajos que involucran vibración, torsiones frecuentes y la carga repetida de pesos. Además, los factores psicosociales, como el estrés laboral o las condiciones emocionales adversas, han sido identificados como contribuyentes significativos. Las condiciones físicas, como la debilidad muscular o la falta de flexibilidad, también pueden aumentar la vulnerabilidad a la hernia discal. Por último, los hábitos de vida desfavorables, como el tabaquismo y la obesidad, se asocian a un mayor riesgo de desarrollar esta condición.

    Síntomas

    Son muy variopintos, dependiendo de la localización de la hernia, su tamaño y grado de compresión neurológica que producen. Puede generar desde un simple dolor en columna conocido como lumbalgia, hasta estenosis de canal, que presenta síntomas más serios pudiendo afectar a la función de brazos y/o piernas.

    El síntoma más característico es la ciática: dolor que se va hacia glúteo (nalga) y miembro inferior, generalmente más allá de la rodilla (si es Lumbar). Otro síntoma frecuente son las parestesias (sensación de hormigueo) en miembros inferiores o superiores (si es Cervical).

    El dolor suele aumentar con la tos, mejorar tumbado con las piernas flexionadas, aumentar con la flexión anterior de la columna y con la sedestación prolongada y el paciente suele estar mejor caminando que a pie quieto.

    La artrosis lumbar, puede actuar como agravante de los dolores sufridos por hernia discal. En mucha menor medida, los dolores en columna son ocasionados por tumores en la columna, pero, definitivamente, ante un dolor en columna es más que conveniente acudir a consulta para la realización un estudio médico completo.

    Diagnóstico

    Una resonancia magnética (RM) es la principal prueba que se realiza para poder reconocer esta afección. Pero hay ocasiones en la que no se puede llevar a cabo esta prueba médica, por ejemplo, a personas con marcapasos. Entonces se lleva a cabo un escáner, aunque no tienen la misma calidad de imagen.

    Tratamiento

    La mayoría de los pacientes pueden experimentar mejoras significativas con tratamiento conservador. Las hernias tienden a mejorar en un periodo de 8 a 12 semanas, durante el cual el tratamiento se centra en el alivio del dolor mediante analgésicos y ejercicios suaves.

    En muchos casos, son trastornos que pueden reabsorberse, lo que conduce a la desaparición de los síntomas. No obstante, si el dolor se prolonga más allá de ese tiempo o si se presentan alteraciones en los esfínteres, podría requerirse de una intervención quirúrgica. Actualmente, hay varias técnicas que van desde la cirugía abierta tradicional hasta procedimientos mínimamente invasivos. Estas últimas, en particular, han demostrado reducir sustancialmente los riesgos asociados y minimizar los daños a los tejidos del cuerpo. Además, ofrecen tiempos de recuperación notablemente más cortos en comparación con las cirugías convencionales. La elección de la técnica quirúrgica dependerá de la evaluación específica de cada caso y de los factores individuales del paciente

  • El uso de las células madre en Traumatología

    En el ámbito de la Traumatología y la Cirugía Ortopédica, las células madre están emergiendo como una prometedora herramienta para el tratamiento de lesiones y enfermedades musculoesqueléticas.

    Patologías que hoy en día no tienen cura, sino apenas tratamiento, podrían tener una solución definitiva en un futuro. Las propiedades inmunomoduladoras y regenerativas que poseen, pueden tratar afecciones cardíacas, daños cerebrales y espinales, y casos como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Crohn.

    Son muchos los cirujanos especialistas en terapias relacionadas que las catalogan como los elementos fundamentales del futuro de la medicina regenerativa. Estas tienen la capacidad de convertirse en muchos tipos de células distintas en el cuerpo y sirven como sistema de reparación para el organismo.

    Se trata de una nueva arma que ha demostrado curar diferentes trastornos y los investigadores siguen estudiando las propiedades de lo que puede suponer una revolución.

    Células madreCélulas madre

    ¿Qué son las células madre?

    Son la materia prima del cuerpo a través de las cuales se generan todas las demás células con funciones especializadas. Con las condiciones necesarias, ya sea en el cuerpo o en un laboratorio, estas se dividen para formar otras que pasarán a llamarse células hijas. Esta reproducción se realiza mediante un proceso de mitosis.

    Tipos de células madre

    En el cuerpo hay distintas. No obstante, se pueden establecer dos clasificaciones diferentes en función de dónde se sitúen o teniendo en cuenta su capacidad para generar unidades de distinta naturaleza y función en el organismo.

    Según su localización:

    -Adultas: se pueden extraer de cualquier persona con independencia de su edad y se encuentran en zonas específicas de tejidos y partes del organismo.

    -Embrionarias: están en los embriones de más de cuatro o cinco días de edad y a partir de ellas se generan todos los tejidos y órganos del feto. Al tener una capacidad de diferenciación elevada, son las más interesantes desde el punto de vista experimental, pero las cuestiones éticas han llevado a prohibir su uso en la mayoría de los países.

    -Del cordón umbilical: de su sangre se recogen las células hematopoyéticas, que producen células sanguíneas sanas. Del propio cordón se extraen células mesenquimales, cuya función reside en regenerar y reparar cualquier tipo de tejido.

    -Amnióticas: son muy activas y se localizan en el líquido amniótico. Sin embargo, se diferencian entre sí menos que las embrionarias.

    Según su potencial para dar lugar a distintos tipos de células:

    -Unipotentes: producen un único tipo de células. Un ejemplo esclarecedor es el de las células de la piel. Al estar continuamente renovándose, se puede extraer un fragmento de epidermis no dañada para cultivar células que generen tejido para su posterior trasplante a un paciente que haya padecido quemaduras considerables.

    -Multipotentes: están en los tejidos nuevos, de lo que se puede extraer que ya han experimentado una primera diferenciación y que continúan haciéndolo. Son adecuadas para el trasplante de tejidos, porque las posibilidades de rechazo son mínimas.

    -Pluripotentes: generan cualquier tipo de célula. No son células adultas, sino obtenidas a partir de células reprogramadas genéticamente. Podría decirse que son muy similares a las células embrionarias.

    -Oligopotentes: este tipo solo puede diferenciarse en pocas células.

    -Totipotentes: prácticamente son las embrionarias ya que se forman en el momento en que el óvulo se une con un espermatozoide para formar el cigoto. Estas originan cualquier tipo de célula, órgano y tejido del cuerpo.

    Tratamientos traumatológicos con células madre

    Los mamíferos tenemos capacidad muy limitada para la regeneración de tejidos, por ejemplo, no podemos hacer como una lagartija, que pierde su cola y la reconstruye con el tiempo. Su uso puede hacer que el cuerpo regenere algunos daños.

    Las células madre tienen diversas aplicaciones en traumatología y cirugía ortopédica. Se utilizan en el tratamiento de fracturas óseas complejas, ya que pueden acelerar el proceso de consolidación ósea y mejorar la calidad del tejido óseo regenerado.

    También se utilizan en el tratamiento de lesiones de cartílago, como en el caso de la osteoartritis, donde las células madre pueden estimular la regeneración del cartílago dañado. Además, se están investigando terapias con células madre para mejorar la cicatrización de tendones y ligamentos, lo cual puede ser beneficioso para deportistas y personas con lesiones deportivas.

    Por otro lado, el uso de células madre mesenquimales en el tratamiento de la hernia discal se ha convertido en una estrategia terapéutica prometedora por sus propiedades regenerativas, inmunomoduladoras y antiinflamatorias.

    Estos tratamientos producen aumentos en la densidad del cartílago y en el volumen de tejido meniscal. Si bien, algo muy característico es la disminución del dolor y la mejoría de la movilidad y funcionalidad articular.

    Es un proceso esencial para reparar lesiones de hueso por ejemplo en pacientes jóvenes que practican deporte profesional, además de ser una alternativa a la implantación de una prótesis en las personas mayores.

    A pesar de su alto coste y de presentar algunos efectos secundarios en determinadas ocasiones, muchos estudios han probado la capacidad de regenerar y reparar lesiones de huesos, en el cartílago, los tendones e incluso en los discos invertebrales.

    Cabe destacar también, la facultad de modular la secreción de sustancias proinflamatorias, suponiéndose así, una supresión de la inflamación.

    ¿Cómo se obtienen las células madre?

    En España pueden usarse las que se extraen del paciente adulto, generalmente de la espina iliaca anterosuperior tomando una muestra variable de contenido sanguíneo. Esta sangre se ultracentrífuga a gran velocidad alcanzando altas concentraciones de células madre multipotenciales.

    Otra de las fuentes más comunes es la médula ósea, donde se encuentran las mesenquimales que tienen la capacidad de diferenciarse en unidades óseas, cartilaginosas y del tejido conectivo. Estas células se obtienen mediante una aspiración de la zona, un procedimiento relativamente sencillo y poco invasivo.


  • Todo lo que debes saber sobre las prótesis de cadera

    La cirugía de prótesis de cadera se ha convertido en una opción común para aquellos que se enfrentan a enfermedades degenerativas que afectan a esta articulación. Antes de considerar someterse a este procedimiento, es fundamental comprender en detalle cada aspecto y obtener toda la información necesaria.

    ¿Qué es una prótesis de cadera?

    Es una pieza artificial diseñada para reemplazar partes dañadas de la articulación y que suponen una limitación en las actividades cotidianas del paciente. Normalmente se presenta como una solución avanzada a la artrosis y a las fracturas. Esta opción se debe plantear en el momento en el que los ejercicios de fisioterapia o cualquier tipo de medicación no resulte suficiente para aliviar el dolor en el paciente.

    Prótesis caderaPrótesis cadera

    Existen varios tipos según las zonas afectadas. La más común es la prótesis de cadera total, que une la pelvis y el fémur, y cuenta con dos partes articuladas entre sí: la cabeza femoral y el inserto acetabular. Sin embargo, en caso de roturas, suelen implantarse prótesis parciales, que van fijadas al fémur, pero la cabeza femoral articula contra la pelvis. También están las prótesis de revisión, adaptadas a pacientes con una prótesis previa.

    Proceso quirúrgico

    Estos implantes llevan asociados una cirugía que consiste en la sustitución de los fragmentos afectados por implantes metálicos conocidos como par de fricción metal-metal, ya que sufren menor desgaste que las prótesis de metal-polietileno. En función de cada caso se emplean diferentes técnicas.

    Para dichas operaciones se usa anestesia local o raquianestesia (por debajo de la espalda). La intervención puede durar entre una y dos horas, y los métodos se diferencian entre cementación y no cementación. En el primer caso se utiliza un tipo especial de compuesto óseo para adherir la prótesis al cuerpo, mientras que, en el segundo, esta se recubre con una superficie rugosa que promueve el crecimiento de los huesos hacia el dispositivo artificial, creando una unión biológica.

    Es importante saber también que durante el procedimiento quirúrgico se implanta una prótesis temporal para conocer el tamaño de los componentes que se necesitan. Una vez conocida esta información, se coloca la definitiva.

    Beneficios y duración

    Generalmente, estos aparatos ofrecen buenos resultados, que suponen un aumento de la calidad de vida del paciente, ya que el dolor crónico desaparece y, por tanto, mejora su movilidad, lo que le permite retomar su rutina habitual.

    Una prótesis de cadera puede llegar a durar en torno a 20 o 25 años, siempre que no surjan complicaciones que obliguen a reemplazarla, pero en los últimos años se han desarrollado nuevos modelos que permiten una duración aún mayor.

    Posibles complicaciones

    A pesar de los éxitos, son dispositivos que pueden enfrentar desafíos, como infecciones, especialmente debido a bacterias "superespecializadas" que se asientan en las superficies artificiales, a las que las defensas no llegan de manera efectiva y forman un biofilm resistente a los antibióticos. Los síntomas incluyen dolor, fiebre, falta de movilidad y mala cicatrización de la herida.

    En cuanto a los tipos de infección, las más comunes son la aguda, que suele manifestarse durante el primer mes, y la subaguda, cuyos síntomas pueden presentarse entre un mes y un año después de la intervención. También, existe la tardía, que es menos frecuente y se da tras haber desarrollado un proceso contagioso anterior en otra parte del cuerpo.

    Para el diagnóstico de este tipo de patologías, en primer lugar, se lleva a cabo un análisis clínico, además de pruebas de imagen, tales como resonancias magnéticas, radiografías o gammagrafías nucleares. También son importantes los cultivos de laboratorio.

    A la hora de curar estas enfermedades, un tratamiento antibiótico no es suficiente, sino que se precisa de una intervención, para limpiar la zona afectada y los tejidos colindantes. La operación puede llevarse a cabo en un tiempo si la afección se detecta en un periodo inferior a dos semanas y el paciente presenta un estado de salud general bueno. En casos de infección crónica, es necesario realizar la operación en dos tiempos: en la primera intervención se retira la prótesis contagiada y se coloca un espaciador de cemento suministrador de antibiótico. Pasados dos o tres meses, el paciente se somete a una segunda cirugía en la que se implanta un nuevo aparato.

    La rehabilitación posterior es muy importante de cara a evitar nuevos problemas y alargar su duración. Entre los consejos para su cuidado están el lavado y desinfección de la herida, evitar esfuerzo excesivo los primeros meses, usar calzado cómodo, dormir boca arriba, controlar el peso y realizar ejercicios para fortalecer. Ante la presencia de síntomas se debe visitar a un traumatólogo especialista de cadera que valore la situación.

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Sobre este blog

Blog de los expertos de la Unidad de Traumatología del Dr. Elgeadi, Jefe de Servicio de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares, con los mejores consejos para tratar y prevenir patologías y lesiones traumatológicas.

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