Dolor en el pecho: ¿qué puede causarlo y cómo actuar?

El dolor torácico, o dolor en el pecho como es comúnmente conocido, es uno de los síntomas que, habitualmente, generan mayor preocupación entre quienes los padecen. Y es que, pese a que puede tener diversas causas, algunas de estas pueden representar emergencias médicas. Por este motivo, es fundamental comprender la naturaleza del dolor torácico y saber cuándo buscar ayuda médica de urgencia.

Cuando hablamos de "dolor torácico" nos referimos a cualquier dolor o molestia que se siente en el área del pecho, desde la parte superior del abdomen hasta el cuello. Puede variar en intensidad y duración y también puede manifestarse de diferentes formas: como opresión, presión, ardor o incluso dolor punzante.

"El dolor torácico es un síntoma común que puede indicar afecciones cardíacas, pulmonares o digestivas", indica del Dr. Pollio, del Servicio de Urgencias del Hospital El Pilar. "Algunas de estas afecciones son benignas, pero también puede ser un signo de una emergencia médica potencialmente mortal", prosigue el Doctor.

¿Cuáles son sus causas?

• Origen cardiológico: infarto, pericarditis o inflamación de la capa que envuelve al corazón, mala función de las válvulas cardiacas, miocardiopatías, patología de la aorta…
• Origen pulmonar: como en casos de neumonía, tromboembolismo pulmonar, neumotórax, enfermedades del parénquima pulmonar o broncoespasmo.
• Origen digestivo: no es infrecuente que algunas enfermedades digestivas puedan provocar dolor torácico (úlceras en el estómago, reflujo gastroesofágico o "ardor", espasmos esofágicos...).

En función de las características del síntoma, en general se pueden orientar las causas indicadas. Así, un dolor de origen cardiológico (como la angina de pecho) suele ser en el centro del tórax, opresivo ("como un peso o una losa"), se puede irradiar o mover a ambos brazos, la espalda o la garganta y típicamente se desencadena con el esfuerzo y cede o disminuye su intensidad con el reposo. Los de origen pulmonar suelen tener características pleuríticas, es decir, aumentan con los movimientos respiratorios (inspiración o espiración profunda) y algunas veces también se asocian autoescucha de sibilancias. En cambio, los dolores de perfil digestivo suelen ser más abajo del tórax (en el estómago) y se pueden mover hacia la garganta en origen ascendente (como los del reflujo o la úlcera). No obstante, el espasmo esofágico puede ser en ocasiones indistinguible del infarto de miocardio.

En cualquier caso, "el tratamiento del dolor torácico dependerá de la causa subyacente y podrá incluir medicamentos, intervenciones quirúrgicas y otras terapias no invasivas", afirma el Dr. Pollio.

¿Y los factores de riesgo?

Los principales factores de riesgo para el dolor torácico incluyen enfermedades cardíacas, hipertensión y tabaquismo. Por otro lado, otros factores ambientales como la contaminación del aire también pueden aumentar el riesgo de padecer problemas respiratorios que se manifiesten con dolor torácico.

La prevención del dolor torácico implica llevar un estilo de vida saludable, controlar los factores de riesgo (dieta, tabaco, hipertensión arterial, sobrepeso y obesidad, diabetes) y realizar pruebas médicas regulares.

Asimismo, según el Dr. Pollio: "la educación sobre los síntomas de alerta y actuación ante un episodio de dolor torácico es también clave en la prevención". En este sentido, se experimenta alguna de las señales de alarma mencionadas anteriormente, es crucial buscar ayuda médica de inmediato. La atención médica oportuna puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El dolor torácico, no debe ser ignorado ni subestimado; es vital buscar ayuda médica de inmediato.