Mamografía: ¿por qué es clave para actuar frente al cáncer de mama?

Mamografía: ¿por qué es clave para actuar frente al cáncer de mama?

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3 de noviembre de 2023
Hospital de Día Quirónsalud Huesca

El cáncer de mama es la lesión maligna más frecuente en las mujeres con 34.740 diagnósticos en España durante el 2022. Aunque también puede afectar a los hombres, se estima que una de cada ocho padecerá esta patología a lo largo de su vida. En Aragón, cada año se detectan más de 1.000 nuevos casos, según los datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Imagen_Mamografía_HuescaImagen_Mamografía_HuescaLos avances médicos, la mayor concienciación de las revisiones periódicas y la realización de un diagnóstico más preciso son factores que explican el aumento de casos diagnosticados en los últimos años. "La mamografía es la primera prueba que hay que realizar en el screening de mama. A pesar de que se está investigando en aparatos que la sustituyan para evitar la radiación, en estos momentos, es imprescindible para detectar microcalcificaciones sospechosas de lesión maligna", afirma la Dra. Ana Aldea, radióloga en Quirónsalud Huesca.

El centro hospitalario de la capital oscense, que cuenta con equipos de última generación y con el respaldo de la Unidad de Mama del Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza, lleva a cabo una media de 1.800 mamografías al año para favorecer la detección y el rápido diagnóstico. Esta prueba se convierte así en decisiva para despejar las dudas sobre un posible cáncer de mama, proporcionar tranquilidad a la paciente y, en el caso de que el resultado sea positivo, comenzar a dar los primeros pasos cuanto antes para su tratamiento y la pronta recuperación.

El cáncer de mama no solo es una cuestión de hábitos saludables. "Depende de las circunstancias personales y genéticas de cada persona", indica la Dra. María José Ballabriga, ginecóloga en Quirónsalud Huesca. "Un motivo por el que es muy importante la prevención y abordar las pruebas diagnósticas específicas en función de la edad y de la historia clínica, entre otros factores que hay que valorar", añade.

De forma generalizada, ambas doctoras recomiendan realizar mamografías de control antes de cumplir los 40 años frente a la aparición de casos de cáncer de mama cada vez a una edad más temprana. Una prueba que, igualmente, es aconsejable en aquellos pacientes de alto riesgo. A partir de los 41 años, los estudios deben ser anuales para efectuarse posteriormente cada dos años conforme se avanza en edad. No obstante, todo depende de cada persona porque se tiende a una mayor individualización en la prescripción de las pruebas médicas.

Además, "dependiendo del tipo de mama, se modificaría esta actitud", incide la Dra. Ana Aldea. Por ello, también se podrían realizar otras pruebas diagnósticas como ecografías y resonancias mamarias si el facultativo lo considera necesario.


Los síntomas más comunes

Las mayores posibilidades de una detección temprana que ofrecen las distintas pruebas aseguran una mayor probabilidad de curación. Pero, del mismo modo, es muy importante que la mujer, entre revisión y revisión médica, esté atenta a la aparición de algún nódulo o bulto en la mama o bien en la axila para acudir cuanto antes al ginecólogo y salir de dudas.

Otros síntomas, aunque menos frecuentes, de que podemos estar ante un caso de cáncer de mama es la alteración de la forma del complejo areola-pezón con retracciones del contorno mamario y/o derrames por el pezón. En estas situaciones, se debe acudir al especialista.

En la prevención, los cuidados y hábitos saludables son a su vez fundamentales. Aunque el cáncer de mama tiene factores no controlables, como los antecedentes personales o familiares, existen otros sobre los que sí se puede actuar. Es recomendable evitar el sobrepeso y una vida sedentaria, aparte de no consumir alcohol. Asimismo, hay que extremar las precauciones cuando se está expuesto a determinados fármacos, especialmente la terapia hormonal, o se demora el alumbramiento del primer hijo, entre otros.


Lo último en pruebas diagnósticas

La exploración puede realizarse mediante diferentes pruebas o bien con una combinación de ambas en función de la persona. Las más conocidas son la mamografía convencional y la de tomosíntesis, denominada también tomosíntesis digital, que permite un análisis capa por capa, facilitando la detección temprana de lesiones muy incipientes.

Igualmente, dentro de las pruebas diagnósticas, está la ecografía mamaria. Su principal característica es el aumento considerable de la sensibilidad de la mamografía para detectar las lesiones en la mama. Normalmente, está indicada en aquellos casos en los que una mamografía aporta muy poca información por las condiciones de la mujer, en particular cuando las mamas son densas con poca proporción de tejido graso.

Además, está la resonancia magnética con bobina de mama. Esta prueba está recomendada para todas aquellas mujeres que ya han sido diagnosticadas, tienen un alto riesgo o bien llevan implantes mamarios.

Y, si sigue habiendo la más mínima duda, se aplica una punción biopsia de la lesión para poder obtener el diagnóstico definitivo.


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