Cirugía de la Obesidad

La Unidad de Cirugía de Obesidad del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla integra a profesionales de gran experiencia con más de 2.000 procedimientos quirúrgicos realizados.

La cirugía de la obesidad incluye procedimientos quirúrgicos que realizan cambios en su sistema digestivo para ayudarlo a perder peso y también evitar comorbilidades asociadas a esta enfermedad, como hipertensión, diabetes o síndrome de apnea del sueño. Estos factores hacen que, de no corregirse la obesidad, las personas lleguen a tener complicaciones graves con el paso del tiempo.

La cirugía de la obesidad (también llamada cirugía bariátrica) se realiza cuando la dieta y el ejercicio no han funcionado o cuando se tienen problemas de salud graves debido a su peso. Está también especialmente indicada en esas situaciones en las que hay importantes alteraciones metabólicas.

De aquí que surja también el concepto de la 'Cirugía metabólica' que incluye no sólo la pérdida de peso sino también realizar un adecuado control de las enfermedades metabólicas asociadas como la diabetes.

Por todo lo anterior, es necesario un equipo multidisciplinar para desarrollar un seguimiento previo y tras la cirugía completo. Entre los especialistas que participan en el proceso se incluyen endocrinólogos, nutricionistas, digestivos, psicólogos o anestesistas.

En la Unidad de Cirugía de la Obesidad del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa se llevan a cabo los principales abordajes quirúrgicos incluidos en la cirugía bariátrica son el bypass gástrico, la manga gástrica, la banda gástrica y la plicatura gástrica. La utilización de una técnica u otra se hace de forma personalizada en función de las características y necesidades de cada paciente.

La realización de estas técnicas se lleva a cabo mediante abordajes Mínimamente invasivos evitando algunas complicaciones asociadas a una gran incisión y las derivadas de una inmovilidad prolongada. La intervención se realiza a través de dos mini incisiones de 5 a 12 milímetros mediante instrumentos de cirugía laparoscópica. La cámara permite al cirujano ver la anatomía a través de una incisión. Los instrumentos se insertan a través de la otra incisión para reducir la lesión. El cirujano puede realizar por esta vía la técnica elegida para cada paciente.

Esta cirugía tiene un porcentaje de buenos resultados superiores al 90%.

DESCRIPCIÓN DE LAS PRINCIPALES TÉCNICAS

SLEEVE O TUBO GÁSTRICO

Con el Tubo Gástrico reducimos el tamaño del estómago, dejándolo en forma de manga o tubo. El estómago conserva todas sus funciones y el tracto gastrointestinal permanece intacto, lo que le permite absorber todos los nutrientes consumidos, por lo que no hay anemia ni deficiencias vitamínicas después de la cirugía. Es decir, la cirugía no tiene efectos secundarios.

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Esta técnica se realiza mediante laparoscopia con pequeñas incisiones en el abdomen. La recuperación es prácticamente indolora y rápida (de 18 a 24 horas), lo que permite volver a la vida normal en 5-7 días, e incluso antes.

Además, provoca un mínimo defecto estético, apenas quedan cicatrices ya que las incisiones son mínimas.

La extirpación parcial del estómago hace que el paciente secrete menos grelina, una hormona que regula el apetito. Esto último sólo se consigue con esta Técnica de Obesidad del Tubo Gástrico.

BY-PASS GÁSTRICO

El bypass gástrico laparoscópico consiste en disminuir y restringir la absorción de los alimentos reduciendo el tamaño del estómago. Queda un pequeño estómago de 15 a 30 ml. Mediante laparoscopia, se realizan pequeñas incisiones para dividir el estómago y crear en él un pequeño reservorio que se conecta directamente con el intestino delgado.

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De esta forma, la comida pasa por alto una parte del estómago y el intestino delgado, manipulando el recorrido de la comida y acortando la digestión. De esta forma, los alimentos saltan un gran segmento del intestino delgado y, por tanto, disminuye la absorción de calorías y nutrientes. Se disminuye la absorción calórica de los alimentos, especialmente de azúcares y grasas.

Además, debido al pequeño tamaño del estómago, se reduce la cantidad de alimento que se puede ingerir, llegando antes a la sensación de saciedad, reduciendo así el apetito.