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Existen, a grandes rasgos, cuatro signos importantes que ponen sobre la pista de una salud sexual masculina deteriorada, la doctora María Riaza, especialista de la Unidad de Andrología del Hospital Quirónsalud Bizkaia señala "la disfunción eréctil, los trastornos de eyaculación, la disminución de libido y la ausencia de orgasmos, nos alertan y, en su mayoría, son consecuencia de un problema de salud no diagnosticado o sin un tratamiento correcto". Desde la unidad señalan que "cuando un paciente presenta un problema del ámbito sexual debemos buscar qué enfermedades lo producen y tratarlas".

La disfunción eréctil es el problema de la esfera sexual más frecuente entre los varones, "afecta aproximadamente a uno de cada cinco españoles mayores de edad y, a partir de los 50 años, aproximadamente el 40% experimenta algún problema de erección". La doctora señala que "se asocia a enfermedades prevalentes y habituales en nuestra práctica clínica, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes, hipertensión arterial, síndrome metabólico y depresión, entre otras". Destaca la especialista que "el consumo de tabaco, los hábitos alimentarios no saludables, la vida sedentaria y la obesidad son factores que incrementan el riesgo de padecer disfunción eréctil". Este trastorno "debe ser abordado de forma integral, valorar el riesgo cardiovascular del paciente, ayudar y acompañar al paciente no sólo en el tratamiento de la disfunción eréctil, sino también en fomentar hábitos de vida cardiosaludables que son beneficiosos para la función eréctil" apunta la doctora Riaza.

Diagnóstico, tratamiento y acompañamiento psicológico

Desde la Unidad de Andrología del hospital vizcaíno resaltan la importancia del abordaje emocional y el acompañamiento psicológico de los pacientes que padecen disfunción eréctil. "Es clave que, además de la valoración puramente urológica, el paciente acuda a un especialista en Psicología porque este trastorno conlleva una gran repercusión emocional que afecta al propio paciente y, en la mayoría de los casos, a su pareja" destaca la especialista Riaza. Una vez el paciente acude al especialista en andrología tras haber presentado los síntomas, "se le realizan una serie de cuestionarios, una exploración física y un análisis de sangre para conocer la situación hormonal y perfil de glucemia". Además, "a través de la realización de ecografía Doppler, una prueba sencilla e indolora, realizamos un estudio de la vascularización del pene para descartar una patología vascular" puntualiza la doctora. El tratamiento debe ser individualizado en función de las necesidades del paciente y de la pareja y, siempre ajustando las expectativas. Para ello, explican desde el servicio de Urología del Hospital de Quirónsalud Bizkaia "realizamos un tratamiento inicial ofreciendo recomendaciones cardiosaludables para controlar los factores de riesgo". El siguiente escalón es el tratamiento farmacológico que persigue conseguir un aumento del flujo sanguíneo del pene para poder tener una relación sexual satisfactoria. Si los fármacos no terminan de presentar los resultados deseados, el siguiente paso es valorar tratamientos locales, como la inyección en el pene, con previo adiestramiento, o la aplicación de crema en el meato uretral. Todos estos tratamientos podrán ir acompañados de un abordaje psicosexual para poder potenciar la eficacia de estos. En aquellos pacientes que no se consiga respuesta con tratamientos orales y locales, "optamos por el tratamiento que tiene el mayor índice de satisfacción dentro de los métodos para combatir la disfunción eréctil: la prótesis de pene" explica María Riaza.

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