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La colecistectomía es la intervención quirúrgica consistente en la extracción de la vesícula biliar y es el método más común para tratar distintas patologías de este órgano.

¿Cuándo está indicada esta intervención?

Está indicada para pacientes cuya vesícula padezca una serie de enfermedades, como cálculos biliares (también llamados colelitiasis), inflamación por infección (también llamada colecistitis), dolor abdominal intenso debido a un cólico de vesícula, o asociada a otros procedimientos.

Indicaciones más frecuentes:

  • Litiasis biliar (colelitiasis).
  • Colecistitis.

¿En qué consiste la colecistectomía?

Una vez localizada la vesícula biliar, se cortan los vasos que la irrigan y el conducto cístico para, posteriormente, extirpar la vesícula a través del instrumental laparoscópico.

Excepcionalmente, si la vesícula biliar está muy inflamada, infectada o alberga cálculos grandes, es recomendable acceder por el abdomen mediante una colecistectomía abierta. Para ello, se realiza una pequeña incisión debajo de las costillas, en la parte derecha del abdomen. Tras separar el hígado para exponer la vesícula biliar, se cortan los vasos y el conducto que están conectados a este órgano para extirparlo.

Con el fin de descartar obstrucciones o cálculos, es preciso examinar tras la resección el conducto biliar común que drena el flujo digestivo o bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Habitualmente, si ha existido inflamación o infección, se deja un pequeño tubo plano de drenaje durante algunos días posteriores a la operación para facilitar la salida de fluidos al exterior.

La intervención se lleva a cabo con anestesia general y suele durar alrededor de una hora.