Nuevas placas calentadoras de agua sanitaria en Quirónsalud Madrid
Nuevos paneles calentadores de agua que acaban de ser instalados en la cubierta de Quirónsalud Madrid.
Quirónsalud Madrid ha finalizado el proceso de actualización de la producción de energía térmica solar para calentar el agua corriente sanitaria. En concreto, se han instalado 35 paneles colocados en la cubierta del hospital que se encargan de captar la radiación solar que calienta el agua que circula por su interior. Estos paneles no calientan toda el agua del centro, sino que sirven de apoyo a las calderas de agua reduciendo el consumo de gas de estas. Habitualmente el agua llega al hospital a una temperatura de entre 17 a 20 grados centígrados. El agua se calienta hasta los 35 grados gracias a un circuito de aprovecha el calor sobrante de las enfriadoras del hospital. Normalmente de este circuito el agua pasa a las calderas que son las encargadas de subir la temperatura del agua desde los 35 grados a los 60 grados.
Con la colocación de estas placas térmicas solares, la labor de las calderas se reduce considerablemente, sobre todo entre los meses de marzo a octubre en el que las placas térmicas permiten casi sin apoyo de la caldera elevar la temperatura del agua caliente sanitaria hasta los 60 grados. Durante estos meses, la caldera sólo entra en funcionamiento por las noches o en momentos de muy alta demanda de agua caliente, lo que redunda en un ahorro considerable de gas y de emisiones de gases de efecto invernadero.
Las nuevas placas solares térmicas, además, poseen una característica que ayudará a alargar su vida útil. En equipos convencionales, en periodos de mucha insolación es necesario refrigerarlos para evitar que el agua entre ebullición y se convierta en vapor de agua, lo que reduce su eficiencia y puede provocar averías. Las placas térmicas solares que se han instalado en Quirónsalud Madrid tienen la característica de que su cristal exterior se oscurece en momentos de muy alta insolación reduciendo el sobrecalentamiento y evitando el gasto energético que supone la necesidad de refrigeración.
La actualización del sistema térmico se une a la instalación de más de 900 placas fotovoltaicas
que cubren casi toda la cubierta del hospital que permiten alcanzar más de un gigavatio al año de energía fotovoltaica, lo que reduce el consumo eléctrico del hospital.
