La artrosis de cadera consiste en el deterioro del cartílago de esta articulación. Con el paso de los años y, como consecuencia del desgaste progresivo de estos cartílagos, se pierde su grosor y textura y llegan, incluso, a desaparecer. Esto da origen a que se pierda el correcto engranaje entre el fémur y la pelvis, que es precisamente lo que produce los síntomas de la artrosis de cadera. En general, es propia de personas mayores, aunque puede aparecer antes de los 50 años.

Síntomas

El síntoma fundamental es el dolor aunque también aparece rigidez y deterioro de la funcionalidad(movilidad). En la artrosis de cadera el dolor se localiza fundamentalmente en la zona de la ingle. En ocasiones, la localización de este dolor se puede extender y el paciente también nota molestias por la cara anterior del muslo y también puede doler la rodilla e incluso la nalga.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en los síntomas que cuenta el paciente junto con la exploración de la cadera y sus movimientos. Mediante la exploración, el médico puede objetivar el grado de artrosis que existe y puede completar el estudio diagnóstico con una radiografía de la cadera.

En ella, se pueden ver los cambios típicos que produce la artrosis en la articulación y se puede establecer un pronóstico sobre la gravedad de la misma, en función de que la cadera se encuentre más o menos desgastada.

Tratamiento

La atrosis de cadera es una enfermedad crónica y el abordaje incial consiste en aliviar los síntomas, retardar su evolución y mejorar la calidad de vida del paciente. Para ello, se dispone de varias alternativas: medidas físicas, fármacos y cirugía.

La cirugía está indicada en aquellos pacientes que padecen una artrosis muy avanzada, en los que existe una limitación muy importante para caminar o para realizar sus actividades cotidianas. Se trata de una intervención que consiste en sustituir la articulación dañada por una prótesis de cadera. Tras un programa de rehabilitación después de la intervención, los pacientes se recuperan y notan la desaparición de los síntomas, pudiendo caminar y realizar una vida prácticamente normal.