Una vez que el bebé está en casa surgen muchas dudas e interrogantes sobre su cuidado. En este post te damos consejos y recomendaciones que debes tener en cuenta para poder darle el mejor cuidado en estos primeros días.


Cólicos del lactante

Es habitual escuchar en consulta que muchos padres acuden desesperados porque sus hijos lloran intensamente todas las tardes durante varias horas seguidas sin saber qué les sucede. Suele ocurrir a partir de la tercera semana de vida. La etiología es desconocida, aunque parece apuntar que estos comportamientos son más frecuentes en niños con lactancia materna, o que se producen por cambios en la dieta de la madre que amamanta, alteraciones gastrointestinales, tabaquismo materno, sobrealimentación, gases al tragar mucho aire al llorar, entre otras cosas.

Esta intranquilidad en niños sanos y bien alimentados es denominada cólico del lactante, no es una afección importante y suele desaparecer a partir de los tres meses de edad.


Cómo tratar el cólico del lactante

Existen muchos estudios que han analizado los cólicos del lactante, pero las recomendaciones terapéuticas están basadas en un escaso nivel de evidencia científica. Algunos tratamientos van orientados a modificaciones en la dieta, en la técnica de la alimentación. No existe ningún tratamiento eficazmente probado, pero te vamos a dejar algunas pautas de cómo proceder para vivir este momento con mayor tranquilidad.

  • En primer lugar, muéstrate tranquila. Si estás nerviosa, el bebé lo estará más. Puede llegar a ser muy frustrante, recuerda que esto es puntual y pronto va a ceder.
  • Mécelo, paséalo, ponle boca abajo en tu antebrazo y frótale la espalda, seguro que encuentras alguna posición que le hace mejorar.
  • Evita que trague mucho aire en las tomas y ayúdale a que pueda eructar más a menudo de lo que lo vienes haciendo. No debe coger el biberón con mucha ansiedad ya que favorecerá que trague más rápido.
  • Pon música para bebés, quizás pueda relajarle.
  • Envuelve al bebé en un arrullo y llévale a una zona más tranquila.

Si el llanto del bebé va acompañado de fiebre, diarrea, vómitos y no parece encontrarse bien, debes acudir al médico.


El chupete

Existen diferentes controversias acerca del uso del chupete. A continuación, te dejamos las ventajas e inconvenientes para que puedas valorar su uso.

Ventajas

  • Diversos estudios determinan que el uso del chupete disminuye el riesgo de muerte súbita infantil, pasado un año del nacimiento la recomendación es su retirada, ya que la aparición de la muerte súbita es excepcional.
  • En el caso de que tu hijo sea un niño prematuro, los estudios también avalan que reduce el tiempo de ingreso hospitalario.
  • Puede usarse desde el principio en niños con lactancia artificial, pero en la lactancia materna la recomendación es a partir del mes, ya que se corre el riesgo de que el niño rechace el pecho.
  • Existen diversos estudios que demuestran que el uso de chupete estimula la secreción de saliva y esto favorece un estado de relajación.

Inconvenientes

  • Puede alterar el establecimiento de la lactancia materna en niños menores de un año.
  • Alteraciones dentales en el caso de un uso prolongado pasado el año y medio dos (mal posición y alteración de la mordida).
  • El uso inadecuado puede producir asfixia, por ese motivo deberás garantizar que la tetina sea lo suficientemente sólida para que el niño no pueda atragantarse con alguna de las partes. Se deben revisar frecuentemente que el estado sea idóneo y desecharlos en cuanto estén defectuosos.
  • Las cadenetas o cintas de chupetes pueden ser muy útiles para evitar su caída, pero pueden provocar estrangulamiento. Deben tener una longitud que impida que el niño pueda ahogarse y que la pinza de sujeción sea firme. La recomendación es usarlo bajo supervisión. No se deben usar cadenetas de enganche para dormir.
  • El uso prolongado del chupete puede producir alteraciones en el oído padeciendo otitis media.
  • Acumulará bacterias si no se limpian correctamente, por ese motivo debes lavarlos con agua y jabón y secarlos correctamente.

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Dermatitis del pañal

Es conocida como la irritación de la piel en la zona del pañal y que suele ir acompañada de lesiones e inflamación, así como de un enrojecimiento de la piel. La causa es la fricción, la oclusión, la humedad excesiva y el contacto con la orina, las heces u otras sustancias.

Es más frecuente entre los 6 y 12 meses de edad y en niños que presentan diarrea.

Lo que acaba produciendo es una pérdida de la barrera de la piel, que puede presentarse en diferentes grados de afectación.

¿Cómo prevenirla?

  • Es importante realizar una buena higiene de la zona evitando el uso de toallitas y usando agua templada y jabón con un pH neutro.
  • Realizar cambios frecuentes de pañal y mantener al aire el mayor tiempo posible la zona.
  • Usar polvos de talco que evita la maceración de la piel, solo cuando la piel esté enrojecida, no cuando haya lesiones.
  • Uso de pomadas aislantes y protectoras de piel como pueden ser las pastas con oxido de Zinc.

Colecho

Se denomina colecho a la acción de dormir con los hijos en la misma cama. Existen culturas donde esta acción está normalizada y otras no.

Dormir con tu hijo va a depender exclusivamente de ti. Te recordamos que tu descanso para el cuidado del bebé también es importante, por lo que si tu sueño es ligero deberás tenerlo en cuenta. Aunque existen estudios que relacionan esta cercanía con una mejor lactancia materna deberás conocer las circunstancias de riesgo que pueden presentarse.

Precauciones:

  • La posición boca arriba es la más segura para evitar la muerte súbita.
  • Estar a tu lado en la cuna o en dispositivos que se acoplan a la cama es preferible a tener al bebé en otra habitación.
  • No practiques el colecho en lactantes menores de tres meses por riesgo de asfixia, prematuros, bajo peso, padres que consuman sustancias para dormir, estados de agotamiento o cansancio por parte del progenitor.
  • Utiliza colchones estables que no permitan hundirse al niño.

Alteraciones en la forma del cráneo

Cuando un bebé tiene el cráneo deformado se denomina plagiocefalia posicional o postural que cambia la forma de la cabeza del niño.

¿Cómo evitarlo?

Debemos realizar cambios frecuentes de postura cuando el niño es pequeño. Deben estar apoyados sobre diferentes lados para evitar las deformidades.

Para ello haremos cambios de derecha a izquierda de manera que la nariz esté hacia un lado cada vez. Podremos elevar también el colchón. Si el niño está despierto podremos colocarle boca abajo durante 30 minutos para aliviar la zona trasera del cráneo (siempre con supervisión).

Cambia la posición de la cuna para que fuerce al niño a buscar aquello que llame su atención desde diferentes posiciones. De este modo rotará la cabeza él solo.