Esta prueba permite evaluar la existencia de reflujo gastroesofágico (ácido que pasa del estómago al esófago). En los pacientes con síntomas crónicos como asma, laringitis, tos crónica y en aquellos con dolor de pecho se debe descartar la presencia de reflujo anormal. Además es necesario documentar la presencia de reflujo ácido en pacientes que van a ser sometidos a cirugía antirreflujo, al igual que en el periodo posterior para documentar la persistencia de síntomas que se da en algunos pacientes cuando ya han sido operados

La técnica es muy sencilla: se introduce una sonda muy delgada (aproximadamente de 2mm) por la nariz hasta llegar al esófago, apenas se produce una ligera molestia durante el paso por la nariz. No existen riesgos descritos con esta prueba. Ocasionalmente se puede producir mínimas complicaciones como tos irritativa posterior a la prueba.

La sonda se conectará a un equipo de registro portátil (holter) que llevará durante 24 horas, registrando continuamente los valores del ácido en el esófago.

Deberá estar en ayunas durante 6 horas antes de la prueba; puede beber agua en cantidad moderada:
Si toma protector gástrico (Ej: omeprazol-nexium-pariet) deberá suspenderlo al menos una semana antes de la prueba. Si durante estos días tuviera ardor u otras molestias, puede tomar antiácidos (Ej.: Almax, Gelodrox).

Es importante que intente seguir su tipo de vida habitual en casa, e incluso en el trabajo.
Aproximadamente hacia las 24 horas de comenzada la prueba le citarán para retirar la sonda.
Posteriormente se realizará el análisis de los datos recogidos conectando el equipo a un ordenador.