Carta de una administrativa de la Unidad de Reproducción Asistida

Artículo de Cristina Lafoz, administrativa de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza

A veces me pregunto si estaré haciendo bien mi trabajo…

Son muchas las parejas que acuden a nuestro centro con el deseo de querer convertirse en padres sin saber lo que un tratamiento de reproducción asistida puede ocasionar en su estado anímico.

Sin querer, en muchos momentos, nos convertimos en sus "asesores emocionales" debido a que no se atreven a desahogarse con sus familiares, una simple llamada para pedir una cita se convierte en una voz amiga a la que exponer sus miedos. Miedo al fracaso, miedo de que sus sueños no se hagan realidad.

La clave está en tener empatía, darles tu mejor sonrisa, cariño y delicadeza porque quién sabe si alguna vez yo necesite someterme a un tratamiento de estas características. Y si así fuera, me gustaría sentirme arropada y acompañada por todo el equipo, porque algo tan "sencillo" como intentar ser padres se puede convertir en una pesadilla.

No hay nada más reconfortante que darles la enhorabuena cuando la BETA por fin da positivo y 15 días después vienen a enseñarme su primera ecografía.

Durante los siguientes 9 meses no me olvido de vosotros pensando si todo estará yendo bien y si ya se habrá producido el nacimiento de vuestro bebe. Casi siempre me sorprendéis cuando venís a presentarme a vuestros retoños y parece que fue ayer cuando iniciasteis vuestro proyecto de querer formar una familia.

Es entonces, en ese momento, cuando vosotros os convertís en los protagonistas, extasiados de felicidad, con una sonrisa radiante reconociendo nuestro trabajo y agradeciendo nuestra implicación.

Me quedo con vuestras historias, vuestras palabras de agradecimiento y las miradas de felicidad.

Y de repente me invade un sentimiento… y como decía al principio, es en ese momento cuando sé que sí, que estoy haciendo bien mi trabajo.