Además de ofrecer un servicio personalizado para cada especialidad, se refuerza la atención médica a través de las unidades de tratamiento específico de aquellas áreas de la salud del niño y del adolescente que requieren un conocimiento y un cuidado especial. Estas unidades se caracterizan por ser multidisciplinarias, de forma que diversos especialistas se coordinan entre sí, para afrontar las posibles patologías desde diferentes ámbitos de actuación.

Atención al Adolescente

Atendiendo a los profundos cambios del desarrollo físico e intelectual que tienen lugar con la entrada en la adolescencia, el departamento de Pediatría de Dexeus ofrece, a partir de los 12 años, un servicio de asesoramiento y de atención específica integral del adolescente que pone a disposición del joven y de su familia una unidad de cuidado médico, ginecológica y psicológica especializada en la prevención, la detección precoz, la evaluación y el tratamiento de posibles trastornos en una etapa de grandes transformaciones psicofísicas.

Diagnóstico y tratamiento de trastornos del desarrollo de 0-4 años

El desarrollo de los niños está determinado por la adquisición de una serie de habilidades a una edad cronológica concreta. En algunas ocasiones puede suceder que exista un retraso o que haya dificultades en la adquisición de estas habilidades. En estos casos es muy importante un diagnóstico preciso y precoz que ayude a orientar a los padres hacia un tratamiento individualizado y adecuado. De este modo es más posible la prevención de futuras dificultades y se mejora la evolución del niño.

Esta unidad 0-4 está integrada por un equipo interdisciplinar que ofrece diagnóstico y tratamiento en los trastornos del desarrollo, así como asesoramiento a padres y profesores. También proporciona un programa de seguimiento para niños con riesgo potencial (exprematuros, enfermos crónicos, enfermos neurológicos, etc.).

Lactancia Materna

Un equipo multidisciplinar de expertos, formado por un pediatra especialista en salud materno-infantil, un especialista en lactancia materna y un especialista en patología de la mama, ofrece el servicio de detección y tratamiento de los posibles conflictos que dificultan la lactancia. El diagnóstico precoz se dirige en particular a las ingurgitaciones, mastitis, abscesos, pecho y pezón doloroso, frenillo lingual y trastornos tiroideos maternos.

El tratamiento se centra fundamentalmente en el amamantamiento y la inducción a la lactancia en madres adoptivas, en la ayuda específica cuando esta forma de nutrición del bebé finaliza y en el suministro de alimentación complementaria. Además, de manera complementaria, la unidad médica cuenta con un servicio de asesoría preparto.

Niño adoptado

El Departamento de Pediatría ofrece un servicio de asesoramiento médico y psicológico dirigido a las familias que hayan decidido adoptar un niño.
El objetivo fundamental del equipo multidisciplinar de especialistas que apoyan a los futuros padres en este proceso es conseguir que tanto la acogida como la integración del menor se produzcan con todas las garantías.

Nutrición

Dado que los patrones de conducta alimentaria empiezan ya a fijarse en la edad infantil y que la alimentación repercute directamente en el desarrollo físico e intelectual del niño, se hace especialmente importante inculcar unos hábitos alimenticios saludables desde la infancia, así como diseñar un sistema de nutrición personalizada, adaptada a las necesidades específicas de cada menor.

Patologías del crecimiento

Unidad dirigida a los pacientes afectados por patologías del crecimiento y desarrollo, enfermedades óseas congénitas y similares.

Potenciales evocados auditivos

Esta unidad pone al alcance del niño la tecnología más avanzada en la detección precoz de la sordera. Mediante el test de Potenciales Evocados Auditivos (PEAA) se obtienen resultados perfectamente fiables que, de manera rápida, indolora y sencilla, permiten identificar cualquier posible disfunción del órgano auditivo a partir de las 24 horas de vida del bebé.

El diagnóstico precoz de la sordera, aquel que se efectúa antes de que el menor cumpla los tres años, permite la aplicación rápida del tratamiento, lo cual consigue minimizar las consecuencias que los problemas auditivos generan habitualmente en torno a la capacidad comunicativa, social y cognitiva de los afectados.