El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres. La incidencia en el mundo occidental es del 11%, lo que significa que más de una de cada 10 mujeres desarrollará un cáncer de mama a lo largo de la vida. Para el tratamiento de la enfermedad es fundamental el correcto y rápido diagnóstico. Nuestra unidad trabaja en sincronía con el Servicio de diagnóstico por Imagen del Hospital Quirónsalud dirigido por el Dr. Vicente Martínez de Vega. Desde que usted se detecte una tumoración en un máximo de 72 horas se le realizará un estudio radiológico completo y, si fuera necesario, una biopsia percutánea (sin cirugía) teniendo en un máximo de 7 días el resultado del análisis anatomopatológico y el consejo de lo que se debe realizar emitido por todos los especialistas implicados en esta enfermedad (radiólogos, anatomopatólogos, médicos nucleares, oncólogos médicos y radioterapeutas, ginecólogos y cirujanos plásticos).

Una vez que se confirma la enfermedad habrá que realizar una mastectomía (extirpación de la mama) total o parcial. Aunque en muchos centros se sigue realizando de forma rutinaria la linfadenectomia (extirpación de los ganglios axilares), en nuestro hospital de manera rutinaria a todas las pacientes con cáncer de mama, se les realiza la biopsia del ganglio centinela. Este procedimiento lo realizamos en conjunto con el Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Quirónsalud dirigido por el Dr. Maldonado. El ganglio centinela es el primer ganglio al que drena el sistema linfático del tumor mamario (sería la primera estación donde células tumorales pueden desplazarse). Una vez localizado el ganglio centinela se comprueba si está afectado. Si lo está se procede a la linfadenectomia. Si no lo está no se extirpan más ganglios axilares.

Tras la realización del ganglio centinela se procede a realizar la cirugía tumoral (ya sea cirugía conservadora o mastectomía). Habitualmente la llevamos a cabo con el Servicio de Ginecología del Hospital Quirón, dirigido por el Dr. Saiz de la Cuesta. Para realizar la mastectomía o la cirugía conservadora utilizamos técnicas oncoplásticas, es decir, además de realizar una adecuada cirugía oncológica, cuidamos de manera especial la piel diseñando incisiones lo mejor situadas posible, remodelamos la mama en caso de cirugías conservadoras pudiendo realizar una extirpación similar en la mama contralateral en aras de conseguir una mayor simetría (por ejemplo, podemos realizar una mamoplastia de reducción en mama grandes que incluya la extirpación del tumor).

En caso de realizar una mastectomía prestamos especial interés al mantenimiento de la homogeneidad en el grosor de los colgajos cutáneos, prestando especial cuidado a la zona de transición de la fascia superficial en el polo inferior de la mama, todo ello encaminado a que la reconstrucción mamaria (ya sea inmediata o diferida) se lleve a cabo con las máximas garantías de éxito.

Cuando una paciente se enfrenta a una cirugía de cáncer de mama, se puede realizar la reconstrucción de la mama en el momento de realizar la mastectomía (reconstrucción mamaria inmediata) o postponerlo hasta que finalice la quimioterapia y/o radioterapia (reconstrucción mamaria diferida). Actualmente preferimos la realización de una reconstrucción mamaria inmediata, que consiste en realizar el primer tiempo de reconstrucción mamaria en el mismo acto quirúrgico que la mastectomía. En este primer tiempo se coloca un expansor. El expansor es una prótesis que se va rellenando con suero salino para lograr un aumento de volumen. Posteriormente en consulta se irá rellenando hasta alcanzar un volumen suficiente para una óptima reconstrucción.

El ingreso hospitalario será de 24-48 horas. Se le colocarán uno o dos drenajes que solemos mantener unos 7-10 días. Le daremos de alta con una pauta de analgesia para que el posoperatorio sea tolerable, aunque no es una cirugía que curse con un postoperatorio muy doloroso. La primera revisión la hacemos habitualmente a las 24-48 hora.

La sustitución del expansor por la prótesis definitiva la llevamos a cabo aproximadamente dos meses tras la finalización de la expansión. En pacientes que han recibido quimioterapia, ésta tendrá que haber finalizado y es necesario que pase el tiempo suficiente para que los parámetros analíticos se hayan normalizado. Si tras el estudio anatomopatológico la paciente ha precisado la aplicación de radioterapia solemos esperar de 4 a 6 meses para realizar el recambio tras la finalización de la misma.

CIRUGÍA DE SIMETRIZACIÓN

Cuando realizamos una reconstrucción mamaria con prótesis, suele ser constante la necesidad de retocar la mama contralateral, ya sea un aumento mamario, una mastopexia o una mamoplastia de reducción de la mama sana. En reconstrucciones inmediatas, la cirugía de simetrización la solemos realizar en la segunda cirugía cuando sustituimos el expansor por la prótesis definitiva. En reconstrucciones diferidas, la cirugía de simetrización la solemos realizar en la primera cirugía de reconstrucción, es decir, en el mismo momento de realizar el implante del expansor en la mama mastectomizada.

Además de la reconstrucción con implantes y expansores mamarios, se puede realizar la reconstrucción con tejido de la propia paciente.

Optamos por la realización de la reconstrucción mamaria con tejidos autólogos (tejidos propios de la paciente) en aquellas pacientes que han recibido radioterapia tras la mastectomía y en aquellas pacientes que no habiendo recibido radioterapia tiene una mama contralateral de unas dimensiones o disposición poco favorables para conseguir una simetría adecuada y duradera en el tiempo.

En general, los procedimientos de reconstrucción mamaria con tejidos autólogos tienen el inconveniente, frente a la reconstrucción con prótesis, que son intervenciones quirúrgicas más complejas y prolongadas; por el contrario, tiene la ventaja de aportar un resultado más estable en el tiempo sin necesidad de realizar cirugía para retocar y mantener el resultado. Para la reconstrucción con tejido autologo solemos utilizar como tejido donante: El músculo dorsal ancho, o el colgajo DIEP (acrónimo del inglés Deep Inferior Epigastric Perforator).